PASCUAS SON

Gálvez lucha por que sus fiestas de San Antón sean declaradas de Interés Turístico Regional

Hasta San Antón, Pascuas son, dice el famoso refrán. En mi caso, no cobró sentido hasta que, allá por el año 2002, conocí las fiestas que en homenaje al santo se celebran de manera muy especial en Gálvez. Si bien existen barrios de Toledo en los que se encienden luminarias en la noche del 16 al 17 de enero, y en otros pueblos de la provincia se vive con especial intensidad esta efeméride, nuestra brújula debe orientarse hacia el portal de los Montes de Toledo si pretendemos buscar un referente de lo que San Antón supone para sus habitantes.

La celebración, que este año conmemora su bicentenario en Gálvez, se disfruta fundamentalmente en la calle, algo que llama la atención si atendemos a las frías fechas del calendario. Son las enormes hogueras que de dispersan por toda la geografía galveña las que hacen, junto al inmejorable ambiente, que una fría noche de invierno no tenga nada que envidiar a una de verano. La tradición habla de que se encendían para ahuyentar la peste y otras enfermedades que pudiesen afectar a los animales, y que la gente se disfrazaba con lo primero que tenía a mano con el mismo fin. Hoy, uno puede visitar Gálvez esa mítica noche y no sentirse forastero si te atavías con lo primero que pilles -que es como verdaderamente se convierte uno en San Antón- y se dedica a visitar las lumbres que cada grupo de amigos, de vecinos o familiares prepara con especial fruición. Por supuesto, no falta la gastronomía que acompaña este tipo de eventos populares y las herraduras de San Antón, que recuerdan a los cercanos roscones de Reyes y que se reparten a los grupos de vecinos.

Galvez lucha por que sus fiestas de San Antón sean declaradas de Interés Turístico Regional, algo que considero necesario si se quiere dar difusión a un evento que no es suficientemente conocido si no se tiene la suerte de conocer a algún galveño que se las muestre, como fue mi caso. El hecho de que este año se celebre el bicentenario, y que coincida con un fin de semana, invita a que muchos toledanos conozcan un evento singular que a nadie dejará indiferente.