Jesús Romero: «He desarrollado mis manos y mi arte en la cirugía»
El médico toledano publica «Mi paseo por la Belle Epoque y las Vanguardias»
Acaba de publicarse el libro «Mi paseo por la Belle Epoque y las Vanguardias», de Jesús Romero Guill én, donde este cirujano toledano «va y viene, avanza y retrocede por esos momentos históricos, por esos procesos creativos donde los artistas nos dejaron sus improntas más arriesgadas y radicales, queriendo siempre indagar por el más profundo sentido de la vida y el arte». Así define en el prólogo el pintor Rafael Canogar el trabajo realizado por Romero, una visión global, un recorrido por unos periodos artísticos de una intensidad creativa especial.
—Usted es médico. ¿Por qué, de repente, un libro sobre Arte?
—Soy estudioso del Arte desde hace más de una docena de años; también de la Filosofía y la Literatura. Nunca pensé en escribir un libro hasta que un día hice un texto sobre la Orden de Toledo y la Venta de Aires, y los amigos me animaron. Y seguí estudiando cómo surgió esa gente tan revolucionaria, tan creativa, tan singular, de nuestra edad de plata.
—¿Cómo está estructurado el libro?
—Los primeros capítulos son una intoducción porque las vanguardias y la modernidad tienen un contenido, un fondo filosófico, de pensamiento, y tengo que ir a beber de los simbolistas franceses; antes incluso a Blake, del siglo XVIII, el primer simbolista de la Historia. Y los modernistas, Joyce, toda la generación perdida, los poetas malditos, Baudelaire...
—¿Una Historia del Arte no convencional?
—En absoluto es un manual; quizá algunas partes del libro pueden parecerlo, pero es más una reflexión analítica sobre las vanguardias, los movimientos artísticos del XIX y XX.
—En su familia hay varios artistas; su madre, pintora, y su hermano Alberto Romero, gran escultor.
—Para mí la cirugía es un arte. Y además, hago collage y algunas composiciones abstractas.
—Si la cirugía es un arte, ¿todos los cirujanos son artistas o usted tiene un don especial?
—No, no, pero quizá he desarrollado mis manos y mi arte en la cirugía. Soy práctico, soy fino en la cirugía, hay que ser muy respetuoso…pero es un arte, se lo aseguro.
—Es decir, que cuando usted termina con un paciente, ¿ha ocurrido un hecho artístico?
—También. Todo lo que se hace con las manos es arte. Donde hay una participación y una ejecución meticulosa de algo…hay arte
—Conoce a artistas como Rafael Canogar y Martín Chirino. ¿Qué efecto han ejercido sobre usted?
—Sí, son de los primeros artistas que me apasionaron. En los años 60, estos señores, con el grupo El Paso, estaban en la cúspide con el informalismo español por todo el mundo. Hemos compartido tertulias en sus estudios y talleres de Madrid.
—¿Qué opinan de su libro?
—Canogar dice en el prólogo que he sido muy atrevido, muy valiente por abordar un tema tan complicado, que no estaba escrito antes.
—¿Qué le dice a los lectores para que se animen a leerlo?
—Si el lector quiere llevarse una idea del porqué de la aparición de esa generación tan brillante de artistas que cambió el mundo, que lo lea. Todo lo que somos y tenemos se debe a ellos.
—Y a las influencias que ellos tuvieron, como el Greco.
—Por supuesto, fueron ellos los que redescubrieron al Greco, Zuloaga entre ellos, Rusiñol, por supuesto, y Manet, que juega un papel muy importante cuando visita el Prado, conoce a Velázquez y redescubre al Greco. Todo eso, y mucho más, está en el libro.