ALFILERITOS

ACTITUDES DE CONCORDIA

JOSÉ PONOS

Estamos en tiempo de Navidad y como diría Paz Padilla después de bajar los escalones de presentación de «Sálvame», «el ambiente está más tierno». Y eso se nota hasta en los escaños políticos, pasando por el Palacio de San Gil, diputaciones provinciales y ayuntamientos. Los partidos con representación en la región se desean felicidad y parabienes, aunque por dentro no sientan de igual manera, pero el espectáculo tiene que ser positivo y olvidarse por unos días de enjuiciamientos opositores, aunque no sea más que por aquello de que todos cobran del erario público.

Los cargos de lengua más afilada procuran no sacarla a pasear en este momento; observan con ojos bondadosos a los adversarios y hasta se atreven con ensayada timidez a estrechar las manos que se ofrecen con más o menos espontaneidad. Ahora predominan las conductas afables, las conversaciones felices y el destino comunicativo que es lo que defienden y para lo que son seleccionados por las urnas.

Los que de alguna forma nos interesamos por estos menesteres conocemos a la perfección quiénes son las mentes malévolas encargadas de hacer trizas a los contrarios, -adquirieron la categoría de expertos en la materia después de años de ejercicio-, pero preferimos ocultar sus nombres porque también nos unimos al espíritu navideño y hay que dejar que sean pacíficos por unos días. Ya habrá tiempo para que se pongan a parir y mucho peor cuando se acerca periodo electoral.

A los ciudadanos, en general, nos agradaría que siempre los políticos fueran lo más amables posible a la hora de intervenir en los diferentes foros, sin dedicar torpedos cargados de bilis a los de las sigas opuestas, porque no hace falta insultar ni descalificar para defender los intereses propios en detrimento de la oposición. Claro está que para herir con ironía y sentido del humor hace falta inteligencia, y en la mayoría de los casos esta virtud escasea entre la clase política.

Por ello desde aquí agradecemos esos días de paz y concordia que significan la Navidad para que los unos se acerquen a los otros aunque sea obligados por las referencias festivas. Pero qué se le va a hacer, existen actitudes difíciles de abandonar aunque sea con una sonrisa torcida. Por si acaso, y de verdad, a todos les deseo lo mejor por la Navidad.

ACTITUDES DE CONCORDIA

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