Page y Díaz reivindican el orgullo de ser socialistas y piden unidad
Ayer fue una día muy intenso en las filas del PSOE regional con la visita a la capital toledana de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Desde primera hora de la mañana los titulares saltaron primero con el desayuno informativo organizado por el diario digital «encastillalamancha.es». Allí Díaz, aparte de dejar claro que su tren hacia la Secretaría general del partido podría pasar en otro momento, habló de tres crisis: la económica, la territorial y la de los partido políticos.
Díaz reivindicó también una revisión del sistema de financiación y el apoyo al plan Junker para que la UE destine fondos para el sur de Europa. Y y sobre Podemos advirtió que ahora unos recién llegados se quieren apropiar de la socialdemocracia y, aún más, «Podemos queire ser el PSOE».
Tras una visita al Ayuntamiento y la catedral y la correspondiente comida, por la tarde tocó una reunión con alrededor de 600 militantes. En la misma, los secretarios generales del PSOE de Andalucía y Castilla-La Mancha, Susana Díaz y Emiliano García-Page, respectivamente, reivindicaron el «orgullo de sentirse socialistas» y pidieron al partido «unidad» y «fuerza» para ganar los próximos comicios y «cambiar la vida de la gente».
«Para mí era muy importante venir a Castilla-La Mancha, a Toledo, porque es una tierra de grandes socialistas, de referentes», empezó diciendo la presidenta andaluza, quien subrayó la labor de los expresidentes José María Barreda y José Bono, éste último presente en el acto y muy aplaudido.
Susana Díaz rechazó las palabras del PP sobre que «la crisis ha pasado» y les ha reprochado que ellos «no la han tenido nunca» e incluso ahora «tienen más de lo que tenían cuando empezaron», lo que le parece «cruel e insensible». La «obsesión» de la dirigente socialista, afirmó, es «el empleo», lo que «da dignidad a las personas, lo que permite levantarte todos los días y sentirte igual que el resto». Por ello, lamentó que en España haya trabajadores que no ingresan «lo suficiente para llegar al final de mes» y un generación de jóvenes «que se va».
Necesidad de toda la ayuda
Por su parte, García-Page se mostró «muy contento» y «muy animado» porque: «esto va a ir muy bien». No obstante, pidió no caer «en el engaño» y que «nadie se crea que está hecho» porque van «a necesitar toda la ayuda del mundo» y, en el caso de Castilla-La Mancha, «a mucha gente que a lo mejor votó a Cospedal en las últimas elecciones».
El candidato socialista a la Presidencia de Castilla-La Mancha valoró la figura de Susana Díaz, a la que calificó de «modelo». Hizo dos promesas si llega al Gobierno autonómico, la primera que mantendrá la gratuidad en los libros de texto y la segunda que se dedicará «íntegramente» a la región, al contrario que Cospedal, al mismo tiempo presidenta regional y secretaria general del PP.
Además, dijo que siente «vergüenza personal y política» de que María Dolores de Cospedal «para justificar que no conocía a Bárcenas, ha dicho que la corrupta total es la sociedad», ya que eso «no es vedad».
