Volver al campo o cómo sortear la crisis
La agricultura está salvando a muchos vecinos de Villacañas tras el hundimiento del sector de las puertas. Apuestan por el cultivo de legumbres y frutos secos
Varios años después de que la explosión inmobiliaria dejara a miles de vecinos de Villacañas sin empleo (de sus ocho plantas salían el 72 por ciento de las puertas fabricadas en España), la población manchega de 10.500 habitantes está sorteando la crisis con la generación de una nueva actividad económica basada en el sector agroalimentario.
El cultivo de legumbres, almendras, y pistachos está «devolviendo» al campo a muchas personas que lo habían abandonado o dejado en un segundo plano en la etapa dorada de la fabricación de puertas. «Ahora es su único medio de vida, muchos desempleados tenían pequeñas parcelas que ahora están recuperando con una plantación de árboles y arbustos de alto valor ecológico», asegura la técnico municipal de Agricultura y Medio Ambiente, Angelines Pontes.
Así y gracias a un proyecto que la Fundación Global Nature y el Ayuntamiento de Villacañas están llevando a cabo en materia medioambiental, se han plantado más de 12.000 árboles entre almendros, encimas, retama y quejigos, una acción enmarcada en el proyecto global de los hoteles Accor y Pur Proyect.
El futuro del almendro
Pero lo que se está consolidando es el cultivo del almendro en Villacañas. Ya son 58 agricultores los que han apostado por esta plantación cuya superficie se va a ir incrementando este año, sobrepasando las 70 hectáreas.
«Se trata de un producto con bastante futuro, es otra alternativa a la viña y al cereal», confiesa Pontes, quien reconoce que el almendro es un árbol generoso, pues no necesita mantenimiento, no tiene plagas, es fácil de cultivra y el 95 por ciento se planta enn secano.
La producción media por árbol es de cinco kilos pero cada año se va incrementando, y este año se han plantado en Villacañas unas 25.000 árboles. Otra ventaja es que se paga muy bien. La producción ecológica con cáscara a 2,55 euros el kilo y en pepita a siete euros. Está previsto que en el proyecto que desarrollan la Fundación Global Nature y el Ayuntamiento de Villacañas, todas las parcelas se pasen a producto ecológico. Ahora está pendiente la creación de una cooperativa. Con la unión de los productores locales y el apoyo del Ayuntamiento, se intenta convertir a Villacañas en un importante centro de producción y distribución de almendras.
Otros cinco agricultores de Villacañas cultivan el pistacho, aunque sus resultados son más lentos, es un cultivo a largo plazo ya que la producción no llega hasta los siete u ocho años. «No todo el mundo puede esperar y es más caro de sacar adelante, pero luego es más rentable», añade Angelines Pontes. Por el kilo de pistacho ecológico se paga entre 10 y 12 euros.
También se ha impulsado el cultivo de legumbres. El Ayuntamiento y la Fundación Global Nature colaboran para producir, envasar y distribuir legumbres, fundamentalmente ecológicas, que en su mayor parte se exportan al mercado alemán, aunque ya se están abriendo nuevos mercados a nivel nacional.
La envasadora que la Fundación tenía en Castilla y León la trasladó a una de las naves del Vivero de Empresas del Ayuntamiento de Villacañas. En estos momentos está trabajando con unos 25 agricultores de la comarca. Pero las previsiones a corto plazo son muy halagüeñas, ya que se espera pasar de las 30 toneladas de la última campaña a más de 60, con el cultivo de 65 hectáreas.
Azafrán
El azafrán es un producto cultivados también en Villacañas, donde ha surgido un proyecto de empleo solidario pionero en España. Asoma es una cooperativa agrícola social que tiene como objetivo el crear empleo, recuperar parte de la historia y tradiciones y aprovechar las nuevas tecnologías para crear un nuevo modelo de negocio, en el que el consumidor forme parte de la empresa. Su financiación es colectiva a través de internet (crowdfunding).
No hay que olvidar la producción de melón en Villacañas, un cultivo que en los últimos años ha tenido un auge muy importante y que destaca además por la calidad. La variedad que más se produce en Villacañas es el melón ibérico, una variante del Sancho, ambos de la especie conocida como «piel de sapo».