HONRADEZ E INTEGRIDAD

El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, asegura que en nuestra región «la inmensa mayoría de los cargos públicos somos honestos y honrados». Y si lo dice quien puede saberlo mejor que los simples mortales, pues nos lo creemos sin duda alguna, porque todo un presidente de los escaños del Palacio de San Gil es difícil que se equivoque cuando enjuicia la realidad de todos los días en cuanto a los ambientes políticos se refiere.

Sin embargo, y dando una vuelta por el mapa nacional, nos encontramos que el tema de la corrupción es comentario generalizado, ocupando los estelares momentos de los informativos televisivos y las portadas de los periódicos, a lo que sumamos las ondas radiofónicas de los canales más acreditados. Pero una cosa es el suelo nacional y otra la parcela que corresponde a Castilla-La Mancha, donde los temas corruptos no tienen razón de ser, según informa Vicente Tirado.

Tenemos que alegrarnos por este mensaje confortador que delimita la honradez de los cargos públicos regionales, porque espacios limpios de estas anomalías existen pocos, y es todo un orgullo que nuestra región sea ejemplo de honestidad, apoyándonos siempre en la definición del presidente de San Gil, que debe tener la informaión adecuada para expresarse con tanto convencimiento. Y además aprovecha el tirón para aconsejar que no debemos poner en duda la honradez de los estamentos públicos, que en su mayoría son honestos, dado que la conducta de unos pocos no puede ni debe alterar la integridad de quienes se dedican con esfuerzo y ejemplaridad a las tareas políticas. Pues quedamos enterados del mensaje de Tirado que, repito, tiene más conocimiento sobre el asunto que el conjunto de los administrados, que no nos dedicamos a estos menesteres. Y, por supuesto, que el futuro sea respetuoso con sus definiciones, que también reivindican «tolerancia cero para los corruptos».