Crema antiarrugas

Una ganga es una ganga y en los tiempos que corren no hay que perder la ocasión de poder conquistarla

Un supermercado con instalaciones en Toledo pone a la venta una promoción de crema antiarrugas, a tres euros la unidad, y desde las ocho de la mañana de la fecha del lanzamiento comercial ya existe una cola importante ante las puertas que se abrirían dos horas después. ¿Y cuál es el milagro de esta crema? Pues que expertos en la materia habían difundido que las propiedades de la misma lograban iguales resultados que otros productos de parecida índole que se venden hasta 80 o 100 euros la unidad, y como las gangas no se presentan todos los días, pues decenas de personas se interesaban por la calidad que pronosticaban los que saben.

Y después, ante el departamento donde se exhibía la crema antiarrugas hubo empujones, golpes solapados, discusiones de féminas que se avalanzaban con entusiasmo para obtener la mayor cantidad posible de este milagro de la cosmética, aunque cuando llegaban a la caja pagadora eran informadas de que no podían llevarse más de cuatro tarros de la promoción y había que devolver los restantes, que se agotaron de inmediato dejándolos almacenados en el supermercado sin existencias.

Curiosamente, este mismo centro comercial sacó días pasados otra iniciativa, debidamente publicitada, de marcas de vino a precios módicos, donde se incluían caldos de nuestra región, Rioja, Ribera del Duero, y otras comarcas nacionales con prestigio en el asunto. Como la oferta era muy a la baja sobre la generalización del mercado, también se quedaron sin botellas de vino porque a primeras horas de la mañana hicieron su aparición numerosos clientes que se llevaban cajas completas para trasladarlas hacia algunas furgonetas donde se podía leer el nombre del restaurante al que pertenecían.

El negocio es el negocio y había que hacerse con esos blancos o tintos a precios tres veces por debajo de la oferta. Como era de prever, todo se agotó y para el día siguiente no existía nada en los correspondientes mostradores. Mientras no se demuestre lo contrario, una ganga en una ganga y en los tiempos que corren no hay que perderse la ocasión de poder conquistarla.