Mortal Kombat 11: un juego que todavía funciona pese a los años
La nueva entrega del videojuego apuesta por la misma fórmula pero cambia algunos golpes para dotarle de más espectacularidad
La industria del videojuego se asocia, por necesidad, a los avances tecnológicos. Aunque hay obras que perduran en el tiempo y que desafían la evolución visual, la mayor carga de títulos que se lanzan anualmente discurre por esta senda. La saga Mortal Kombat es otro paradigma de esta mercadotecnia, pero que, sin embargo, demuestra que la fórmula sigue funcionando a pesar de los largos años. Es el nuevo heraldo de una franquicia imbatible que demuestra, una vez más, que es una ensalada de ultraviolencia.
Sigue siendo polémico. Eso por supuesto. Faltaría más para un título muy violento que sigue cosechando adeptos. La casquería que se brinda al jugador es abrumadora. Los movimientos y finalizaciones de los combatientes es una apuesta segura que anima a continuar. Porque este título de lucha presenta nuevamente los atributos imbatibles para triunfar dentro del género. En comparación con su antecesor, esta entrega visualmente está a la altura . Es espectacular el trabajo detrás a la hora de conseguir una tremenda fluidez.
Es un título en donde nadie se llevará las manos a la cabeza cuando uno de los protagonistas atraviesa con su cuchillo el cráneo de su contrincante o le da una tumba tan fuerte que la sangre empapa el escenario. Para colmo, se ha vuelto a hacer uso de un recurso emocional (cargado de brutalidad) como son las imágenes por rayos X en donde, en ocasiones, y siempre que se conecte un duro golpe, se apreciará cómo los huesos crujen en su interior o se desgarran los músculos.
Es una secuencia un tanto gore, pero que ya es algo clásico en la serie. Al igual que los llamados «fatality», que es como Mortal Kombat define a los golpes cargados de espectacularidad cuando se combina una serie de botones. A diferencia de entregas anteriores, en Mortal Kombat 11 solo se permite realizar un ataque fatal por combate y, únicamente, cuando la barra de vida del personaje está en mínimos. Los controles apenas han evolucionado y conserva la talla; son lo suficientemente accesibles para el neonato pero lo necesariamente abiertos como para satisfacer al usuario más exigente.
En total son 25 los luchadores que se encuentran disponibles de inicio, entre los que aparecen los clásicos Sonya Blade, Erron Black, Scorpion, Sub-Zero o Johnny Cage. Se han añadido otros nuevos como Kitana o Kollector, aunque posiblemente la inercia lleva a más de uno a elegir a «su» personaje favorito. Pese a sus virtudes, el sistema de monetización a través de microtransacciones eclipsa una experiencia suprema. Para lograr mejoras hay que pasar por caja, algo que no siempre resulta del agrado de los aficionados.
Además de los combates, el título incluye un innecesario modo historia en donde se va presentando poco a poco el elenco de luchadores. La trama continúa cuando la victoria de Raiden sobre el malvado Dios Antiguo Shinnok provoca la ira de Kronika , la Guardiana del tiempo. Al perder Shinnok la batalla definitiva, se desbarata el equilibrio entre el bien y el mal que tanto deseaba Kronika. Para devolver la estabilidad a los reinos, la creadora de la existencia solo tiene una opción: retroceder en el tiempo y reiniciar los acontecimientos. El modo multijugador vuelve a ser esencial. Es desafiante y funciona de manera magistral.