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Los 'gamers', un blanco fácil para los ciberdelincuentes
El aumento de la popularidad de los videojuegos ha supuesto un mayor número de ciberataques. Los gamers deben ser conscientes de los riesgos existentes y aplicar las herramientas y prácticas de seguridad adecuadas
La industria de los videojuegos se encuentra en un muy buen momento. Según refleja la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) en el ‘Anuario de la industria del videojuego’ de 2020, creció por encima de las estimaciones prepandemia con unas ganancias de 1.747 millones de euros (un 18% más que en 2019) y se posiciona por encima del cine (169 millones) y la música grabada (354 millones). Además, la ausencia de interacción social por causa del Covid-19 ha supuesto un auge de los juegos multijugador en línea a lo que hay que añadir el crecimiento de los esports que, en España, según Statista, facturaron más de 21 millones de euros en 2020.
Pero como ocurre con cualquier otra actividad online, no está exenta de peligro de ciberataques. De hecho, ya se han producido algunos importantes contra plataformas de juego incluyendo Steam, Sony Playstation, Nintendo Switch y Microsoft Xbox. En muchos de estos sistemas se pueden hacer compras en el interior del juego y en caso de hackeo puede suponer un perjuicio económico a los usuarios. Y los riesgos son aún más altos si la brecha se produce en webs de juegos de Poker o casinos en línea, en los que se pueden realizar apuestas con dinero real.
Esta realidad obliga a los usuarios a protegerse ante estos ataques. Panda Security, por ejemplo, ofrece un nivel de protección específico para gamers con Panda Dome Complete , que «ofrece protección en tiempo real contra todo tipo de malware, protección adicional contra ransomware y amenazas avanzadas, un gestor seguro de contraseñas y un servicio diario de VPN, entre otras cosas, mejorando además la velocidad del PC, algo vital en el caso del uso de alto rendimiento que implican los videojuegos actuales y sin notificaciones que interrumpan las partidas» destaca Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security. Asimismo, usando tarjetas de crédito virtuales (creadas para compras determinadas), tarjetas recargables o las que se compran físicamente en las tiendas que incluyen un código alfanumérico, canjeable por dinero virtual, un extra o una suscripción, se evita vincular los datos bancarios a un perfil en línea.
Monedas virtuales
En muchos juegos con dinero real se pueden comprar monedas virtuales, con las que conseguir mejoras o contenido, dentro del título, como vehículos, armas o ropa para el personaje. «La posibilidad de hacer compras internas en los videojuegos, es la vía que utilizan los ciberdelincuentes para blanquear dinero. Mientras los usuarios utilizan pequeñas sumas de dinero para comprar vestimentas a sus personajes preferidos, de fondo hay todo un mercado negro», recuerda Lambert. Hay incluso juegos bajo sospecha de blanqueo como World of Warcraft, que ofrece la posibilidad de comprar oro a cambio de divisas reales. Y en el caso de Fortnite, uno de los videojuegos más populares entre niños y adolescentes, una investigación llevada a cabo por el diario Independent reveló que la moneda virtual del juego se vende a granel en la dark web y a través de cuentas de Instagram y Twitter en varios idiomas: español, árabe, inglés, ruso y chino.
También se debe tener mucho cuidado en las tiendas virtuales ajenas a la plataforma oficial del juego como Eneba, Instant Gaming, HRK, Mmoga, Mtcgame, Gamers outlet, Kinguin, Gamivo, G2A o Gamingdragons. En ellas, el gamer evita vincular datos bancarios a un usuario concreto en un juego, pero conlleva sus riesgos. En estas tiendas virtuales se venden desde códigos de activación de juegos, hasta suscripciones o extras estéticos. En ocasiones los usuarios compran una versión extranjera que no incluye su idioma y otras veces las claves pueden ser robadas o de uso profesional y pasado un tiempo el juego puede desaparecer de la biblioteca.
Protegerse de las estafas
Los expertos dan una serie de pautas a seguir para evitar ser víctima de una estafa. Entre ellas, el de sospechar de las gangas por un precio muy por debajo del oficial o no comprar juegos o códigos pagados con sistemas de pagos instantáneos entre particulares o similares que imposibilitan la devolución. Conviene esperar a los descuentos en páginas oficiales. Se debe igualmente desconfiar de los perfiles de redes sociales o grupos de servicios de mensajería que ofertan cuentas con videojuegos. Y además de seguir todas estas recomendaciones, utilizar un nivel de protección extra para las compras y transacciones bancarias online, como Panda Dome Clomplete, ofrece una seguridad extra.