Análisis del Capcom Home Arcade: el stick que quiere devolverte a los noventa

La empresa nipona ha creado una máquina intachable en lo que se refiere a diseño y materiales, pero los 16 videojuegos que aloja en su interior terminan sabiendo a poco

Rodrigo Alonso

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A pesar de que su época de mayor esplendor tuvo lugar, probablemente, hace más de dos décadas; no cabe duda de que Capcom está en buena forma. De que todavía tiene mucho que ofrecer a los amantes de los videojuegos. Tan solo tiene que cerrar la partida del « Fortnite » y meter en su sistema títulos como « Resident Evil 7 », « Devil May Cry 5 » o « Monster Hunter: World » para comprobarlo. Ahora la compañía ha optado por crear su propia máquina enfocada directamente a los amantes del «retro gaming»: el Capcom Home Arcade . Un voluminoso stick (más de 70 centímetros de largo) con controles para dos jugadores en cuyo corazón se atesoran 16 de las obras más punteras de la historia de la firma. Esas que causaron furor en los salones recreativos de los ochenta y los noventa.

Sobre la factura del stick arcade no hay absolutamente nada que reprochar a Capcom. La compañía ha desarrollado un dispositivo en el que se conjuga un diseño elegante con una buena selección de materiales. Tanto los joysticks como la botonera son de la firma Sanwa , posiblemente la mejor dentro del rango. Al tacto, y al sonido, recuerdan mucho a los clásicas máquinas arcade.

Gusta también que en la caja venga incluido, además de un cable HDMI y otro de conexión, un enchufe. Algo que, aunque no es habitual, debería ser norma en los nuevos sistemas retro. A su vez, entra dentro de lo mínimo que se le puede exigir a una dispositivo por el que el usuario ha tenido que pagar más de 200 euros.

Si decimos que a la vista y al tacto el stick es intachable, la experiencia de juego que ofrecía el Capcom Home Arcade, al menos durante la semana que ABC lo pudo probar, no fue tan buena como se esperaba . A la hora de navegar por la interfaz del dispositivo para seleccionar un título, notamos cierto input lag en el sonido (diferencia de tiempo entre que realizamos una acción con el control y el sistema emite el sonido pertinente). Algo que no debería ocurrir en un producto que lleva grabado el nombre de una de las compañías más importantes de la historia de este tipo de entretenimiento, especialmente dentro del mundo arcade. Sin embargo, el problema parece que ha sido resuelto en buena medida gracias a una reciente actualización del sistema que se puede descargar conectando la máquina a internet.

Respecto a la imagen que da en pantalla, no hay nada que reprochar. Incluso si se selecciona la vista a pantalla completa en vez de la clásica de 4/3, que es como estos títulos suelen brillar más, todo sigue luciendo de maravilla. No cabe duda de que ese aspecto ha sido bastante cuidado por la empresa, consciente de que aquellos que se gastaban los veinte duros que les daban sus padres para merendar en la maquinita de turno dificilemente se iba a conformar con menos. Más aún teniendo en cuenta lo exigente que es el jugador habitual a día de hoy.

Una selección de calidad, pero escasa

El principal fallo del Capcom Home Arcade lo encontramos en el reducido número de títulos que la máquina aloja en su interior. La cifra se antoja especialmente insuficiente si se compara con los más de 40 títulos que Sega metió recientemente en su Mega Drive Mini . No cabe duda de que los seleccionados, que se mueven en géneros que van del beat'em up (yo contra el barrio) hasta el shooter o plataformas, merecen su lugar en el sistema. Ninguno desentona, y es que hablamos de clasicazos del pelaje de « Alien vs. Predator » (1994), « Final Fight » (1989), « Street Fighter II Turbo » (1992), « 1944: The Loop Master » (2000) o el dificilísimo « Ghouls 'n Ghosts » (1988). Sin embargo, se echan en falta otros, como el genial « Cadillacs and Dinosaurs » (1993) o « The Punisher » (1993).

¿Merece la pena?

Como hemos explicado, la máquina cuenta con un diseño y una factura difíciles de mejorar. Si, efectivamente, los problemas de la emulación, especialmente en lo que se refiere al sonido, han sido subsanados, el Capcom Home Arcade ofrece una experiencia de juego interesante, que le resultará especialmente evocadora a aquellos que no sean capaces de explicar su niñez sin mencionar la palabra recreativa. La gran pega, en definitiva, reside en el reducido número de títulos, que no en la calidad que desprenden los 16 escogidos.

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