análisis
«Toukiden Kiwami»: la caza de demonios
El juego cumple las expectativas en el modo multijugador, pero pierde fuelle en su apartado gráfico en la consola de sobremesa de Sony
Puesta de largo en la consola de nueva generación de un juego muy rimbombante en su estética y frenético en su sistema de combate. La saga de acción y elementos de rol centrado en demonios japoneses y la lucha por conservar el honor «Toukiden Kiwami» imprime fuerza, pero pierde intensidad en materia gráfica.
Esta entrega, que trae una épica masacre demoníaca, se centra en un mundo fantástico, repleto de colores y una atmósfera atrayente. Los entornos cargados de emotividad seducen al espectador pese a que su reproducción no es totalmente realista y la definición no es la esperada. La idea del juego está claramente influenciada por «Monster Hunter» y, en este caso, en ocasiones peca de ser demasiado repetitivo y con algunas misiones que llegan a deslucir la experiencia.
Quizá el apartado gráfico no sea su fuerte (en el caso de PS4, en PSVita cambia notablemente), no así su jugabilidad, directa y frenética cuando uno se enfunda las armas elegidas. Existen varias (espadas, puños, porra con pinchos, arcos), cada cual con un poder y una fortaleza diferente, con lo que conforme las desbloqueamos nos permite trazar una táctica distinta en función de la intensidad y cualidades de los enemigos. La coraza, también juega un papel importante como elemento de defensa y que también podemos mejorarla en función de los puntos cosechados y en el progreso, tal y como sucede en títulos de este género. Pero hay que cogerle el truco, es lo que sucede en algunos títulos nipones que, además, no está doblado ni traducido al español, lo que puede ser un engorro para muchos interesados.
La trama, que arranca ocho años después es seductora en cuanto a su diseño, no tanto como concepto e idea. Aquí, en el mundo de Toukiden surgen los demonios (llamados Oni) que, escondidos en las sombras, amenazan con atormentar a los ciudadanos. Pero ello habrá que evitarlo. Los guerreros (llamados Slayers) tendrán en su poder la oportunidad de ayudarles y, por todo, tendrán que hacer frente a diversos enemigos, que regresan a este pequeño universo tras una fisuras espacio-temporales. Resurgidos aún más fuertes, las hordas de demonios se las tendrán que ver con los humanos. Pero afortunadamente estaremos nosotros como esperanza.
La dinámica del juego toca dos vertientes. Por un lado, nos encontramos en un pequeño entorno repleto de tiendas, personas y secretos con los que interactuar, mejorar el personaje y sus armas, buscar diferentes misiones que, luego, nos devolverán a un campo de batalla en donde poder desplegar nuestras habilidades. Por previamente habrá que configurar a un personaje lo más personal posible gracias a un elenco de caracteres bastante amplio.
Cada vez que derrotamos a un Oni se liberan las almas de los héroes caídos (Mitama), que el jugador puede recoger para mejorar las posibilidades de victoria. Que, por cierto, en esta entrega cuenta con un número mayor, al igual que un nivel superior (hasta el nivel 12) que en la entrega «Age of demons».
Pero lo que consigue convertirlo en un título muy interesante es la parte de batallas conjuntas. En el modo multijugador, imprescindible, permite retar en batallas contra el Oni más poderoso, ya sea como parte de un grupo o en modo cooperativo al permitir formar equipos de hasta cuatro guerreros para eliminar al demonio de una manera conjunta, un concepto de juego divertido y emocionante, a la par que intenso. Las grandes bestias asustan por su tamaño, pero cuentan con diversos puntos débiles que habrá que detectar para poder llegar a buen puerto. Aquí es donde explota su potencial.