Un hombre publica fotos porno de su mujer como venganza por serle infiel
David Honeybell también la acosó por teléfono y le prendió fuego a su ropa
Un hombre que descubrió que su mujer le fue infiel no aplicó precisamente la conocida técnica del «ghosting», que se basa en la indiferencia total a la expareja. Sino que se vengó y de una forma muy peculiuar. Publicó fotos porno de su pareja en Facebook y si bien el asunto llegó a la justicia, el perjudicado evitó la cárcela después de una audiencia en la corte de Nottingham (Reino Unido).
David Honeybell, el hombre que usó la «porno venganza» admitió que quemó la ropa de su mujer y que la amenazó con enviarle fotos suyas desnuda a sus empleados, informa « The Independent ».
Las nuevas leyes que entraron en vigor esta primavera considera que una persona que «revela fotografías o vídeos de contenido sexual privado con la intención de causar sufrimiento o angustia » enfrenta una pena máxima de hasta dos años de cárcel.
«Enfadado y triste»
Pero en este caso, Honeybell quedó libre según la decisión de los magistrados de la corte de Nottingham después de declararse culpable de un delito menor de acoso así como de provocar un pequeño incendio al prender fuego a la ropa de su mujer. Honeybell reconoció admitió haber acosado a su mujer enviándole 18 mensajes de texto y seis mensajes de voz en tan solo un día.
Dijo sentirse «enfadado y también triste» por sus acciones contra su mujer, con la que llevaba 23 años casado. «Me enteré de que estaba enviando mensajes y vídeos explícitos a otro hombre y eso no me gustó», reconoció ante la justicia en la que ejerció su propia defensa.
«Fue un impulso»
Honeybell recibió una orden para dar servicio a la comunidad durante 12 meses y después de una solicitud de su mujer, una orden de alejamiento . Él dijo a la corte que aceptó que el matrimonio había terminado.
Posteriormente, en conversación con la Asociación de la Prensa, el marido habló sobre el «porno por venganza»: «No puedo justificarlo, pero cuando pienso en lo que hice, reconozco que no tendría que haberlo hecho. Fue un impulso».
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