Probamos el Pixel 7a: ¿merece la pena el nuevo móvil 'barato' de Google?

El terminal es una versión inferior del 'smartphone' lanzado por la compañía hace unos meses

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Google acaba de lanzar la versión de gama media de su 'smartphone' Pixel 7, el Google Pixel 7a. La empresa lleva años apostando por revisar sus teléfonos más potentes meses después de su lanzamiento para poner en los estantes un nuevo dispositivo con un precio reducido y alguna característica menos. En este caso, nos vamos a encontrar con un móvil un poco más pequeño, pero que hay que poner frente a frente con su hermano mayor para darse cuenta. También resulta más robusto y tiene un diseño continuista.

La carcasa de aluminio con la banda de la cámara sobresaliendo es ya un clásico de los Pixel, pero el 7a sigue dando una sensación muy premium. Nosotros hemos probado la versión en blanco, y nos ha encantado su aspecto, pero también lo tenemos disponible en otros tres colores, rojo, azul y negro. El tamaño, como decimos, inferior al del Pixel 7, hace que se sienta muy bien en la mano y que resulte más manejable.

El móvil, no obstante, tiene el mismo problema que todos los Pixel. Debido a la banda de las cámaras que sobresale del conjunto, y la superficie lisa y suave de la parte trasera, sin funda en cuanto lo pongamos sobre cualquier superficie, termina patinando y cayéndose al suelo. Con todo, Google asegura que se ha cambiado la arquitectura del teléfono para convertirlo en el más resistente hasta la fecha. Una gran noticia, porque su predecesor, el Pixel 6a, fue un teléfono un tanto «delicado».

La pantalla se ha mejorado considerablemente sobre el Pixel 6a, con un Smooth Display de 6,1 pulgadas y 90Hz FullHD+. El refresco crece y la imagen en pantalla se ve perfectamente tanto en interior como en exterior. .

Lo mejor, la cámara

El punto fuerte más destacado del Google Pixel 7a lo encontramos en la cámara. Su hermano mayor ya nos dejó unas muy buenas sensaciones en el apartado fotográfico combinando muy bien la fotografía computarizada, es decir, la que está impulsada por la ingeniería artificial y sus propios objetivos y sensores.

Imagen capturada con la cámara principal J.O.

Recordemos que, al fin y al cabo, Google no deja de ser una empresa de software, y que su punto fuerte, o su característica diferenciadora, está en la inteligencia artificial. Gracias al nuevo Tensor G2, ya no se nota ningún tipo de espera en el procesamiento de la fotografía, algo que se agradece, al igual que ocurre con el modo nocturno que es el doble de rápido que en la anterior versión.

Contamos con dos objetivos, el principal de 64 megapíxeles y un gran angular de 13, y un sensor un 72% más grande que el del Pixel 6a, algo que se nota mucho, generando imágenes de una calidad que puede hace frente a muchos teléfonos de alta gama. El color y el HDR se ajustan perfectamente a la imagen, tanto en el gran angular como en el objetivo principal con resultados realistas y luminosos.

Imagen capturada con el Zoom 4X J.O.

El terminal no equipa el objetivo con Zoom del Pixel 7 Pro, pero sí Super Res Zoom 8x, un zoom digital mejorado con IA que no pixela tanto como en otros, pero que no deja ser digital y siempre irá perdiendo calidad cuanto más se acerque la imagen. Lo bueno de que la inteligencia artificial tenga un peso tan importante en la fotografía de los Pixel es que hace que estos puedan recibir actualizaciones y que vaya mejorando con el tiempo.

Imagen capturada con la cámara frontal J.O.

No nos podemos olvidar de la cámara frontal, también de 13 megapíxeles, que como Google nos tiene acostumbrados es una de las mejores cámaras selfies del mercado, que además nos permite grabar video 4k, al igual que el objetivo principal.

El mismo motor que su hermano mayor

En el interior nos vamos a encontrar con el mismo procesador que el Google Pixel 7, el Google Tensor G2, que ha mejorado considerablemente respecto a su primera versión, pero que sigue manteniendo un gran foco en el procesamiento de la IA, y 8 gigas de memoria RAM. La batería tiene una durabilidad normal, es decir, 24 horas, aunque a nosotros nos ha durado un poco más de día y medio con un uso normal, aunque también nos ha hecho cosas raras, como reducirse drásticamente la batería sin tocar el móvil. Otra de las novedades incluidas en el Pixel 7a es la carga inalámbrica rápida, que generalmente no es fácil de encontrar en los teléfonos de gama media.

En resumen, nos encontramos con un teléfono que por 509 euros nos ofrece una cámara que podría rivalizar con teléfonos que le duplican el precio, y un diseño premium.

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