ANÁLISIS
Probamos el Samsung Galaxy S20 Ultra: ¿vale la pena?
El buque insignia del gigante surcoreano llega a terrenos sin colonizar con su nueva cámara y apuesta por una potente cámara para tratar de desmontar a sus principales rivales
Samsung cambia de estrategia. Fía su año comercial a tres modelos de teléfonos móviles que presentan diferencias notables. El más avanzado es el Galaxy S20 Ultra . Una auténtica bestia tecnológica que presenta un notable desempeño en el día a día. Y cabalga hacia la conquista de un lejano territorio donde otros rivales como Huawei no habían llegado gracias a su potente cámara de cuatro lentes y un zoom digital de hasta cien aumentos.
Un terminal, sin embargo, largo y de tamaño monstruoso cuya pantalla se extiende por una diagonal que alcanza las 6.9 pulgadas. Un mamotreto considerable. Esa es la verdad. Grande, pero a su vez alargada. Sin llegar a niveles de otros modelos , el dispositivo es ultrapanorámico. Tiene una relación de aspecto de 20:9 . Útil para navegar por medios de comunicación y, teóricamente, adaptado a contenidos multimedia, aunque es un formato que puede derivar en una situación: no cubrir todo el espacio de información.
Al margen de su diseño, el panel escogido, de tecnología propietaria Dynamic Amoled, ofrece una gran experiencia. Es una notable pantalla. De gran calidad. Maravilla tanto en la reproducción de los colores y los niveles de negros . Con una gran densidad de píxeles, este es sin duda uno de sus puntos fuertes, aunque este modelo hereda estas características que la marca ha venido perfeccionando con el tiempo. En esta ocasión, además, se aferra a una de las tendencias más fuertes del mercado que es mejorar la tasa de actualización de las imágenes hasta los 120 Hz . El «smartphone» deja en manos del usuario decidir si potencial resolución (hasta 3.200 x 1.440 píxeles) o preferir un desplazamiento más fluido (120 Hz). Si se opta por esto último drenará ligeramente la batería.
Es una decisión que, pese a todo, puede verse favorecida por un componente interno, su batería. Una potente y duradera batería de 5.000 mAh, acompañada de un sistema de carga rápida (de 45 watios), logra extender su autonomía hasta dos días casi sin pestañear. de igual forma, soporta carga inalámbrica y se puede hacer uso de la carga inversa (9W) para cargar otros dispositivos compatibles . Y eso es otro de sus grandes fortalezas. Más si cabe si se va a destinar este móvil a un uso lúdico y de entretenimiento. Consolida su apuesta por el conector de tipo USB-C y llega sin conector para auriculares «minijack» de 3,5 milímetros. Una decisión comprensible a tenor de cómo ha venido evolucionando el mercado en los últimos años y, para contrastarlo, la firma surcoreana ha introducido además unos nuevos auriculares inalámbricos, los Buds+, que presentan una buena calidad de sonido.
La gran novedad del Galaxy S20 Ultra se encuentra en su cara trasera. Como la Luna, a veces oculta a las miradas, pero de gran enormidad. A diferencia de su predecesor, este curso ha querido hacer los deberes la compañía. Y, para ello, ha redefinido el concepto de fotografía introduciendo hasta cuatro cámaras que se engloban dentro de un módulo rectangular que sobresale bastante de la carcasa. Está compuesta del tridente que se ha implantando por ley en la industria. Es decir, ultra gran angular, angular y telefoto. Todos reforzados con apertura variable, es decir, la iluminación cambia en función de las necesidades ambientales . Completa el apartado un sensor de profundidad preparado para mejorar algunos detalles gráficos.
Por partes, la lente principal viene con un sensor que puede alcanzar los 108 megapíxeles, estabilizada ópticamente. Es el mismo que se conoció en el Xiaomi Note 10 . Su desempeño, es cierto, cambia en caso de acudir a la versión «normal» de 12 megapíxeles . El resultado, en diversos escenarios, es notable. Trabaja bastante bien los contrastes y el modo retrato -«enfoque dinámico», para la compañía- se sigue comportamiento lo suficientemente bien, equilibrándose con algunos aspectos diferenciales como gestionar el tipo de desenfoque. En condiciones de baja luminosidad mantiene el tipo.
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La cámara se extiende con un ultra gran angular de 12 megapíxeles y un telefoto de 48 megapíxeles. Un zoom óptico de 4 aumentos, híbrido de 10 aumentos y su capacidad para llegar hasta 100 aumentos digitalmente es uno de los aspectos diferenciales del móvil. En las regiones de larga distancia sufre y es muy incontrolable. Pese a los esfuerzos sí presenta pérdidas de calidad. Se aprecia mucho ruido. Así que una de cal y una de arena. Lo más recomendable es ajustarse hasta los 30 aumentos, que hasta ahí se pueden conseguir buenos resultados . Es una decisión encomiable y atrevida, aunque si bien es cierto que este tipo de fotografías no se suelen capturar muchas veces por los consumidores.
Uno de sus mejores atributos se encuentra, sin embargo, en la grabación en vídeo. Alcanza guarismos impresionantes de 8K de calidad. Pero su peso se dispara en la memoria. Añade las ya tradicionales herramientas de edición, grabación en cámara lenta y rápida, así como distintos efectos gracias a la tecnología de realidad aumentada. En ese aspecto, sigue siendo una cámara bastante versátil con opciones muy variadas. La cámara frontal, que viene en forma de «agujero» en la propia pantalla, tiene unos 40 megapíxeles. Fantástica para realizar autorretratos («selfies») y videollamadas.
Para soportar todo estas exigencias, en su interior duerme un microchip de fabricación propia, el Exynos 990. Un «cerebro» magistral de gran rendimiento que logra una magnífica experiencia de usuario. Un bólido para todo tipo de terrenos. Se potencia con hasta 12 GB de memoria RAM -hay una versión de 16 GB-, aunque se siente ligeramente que no se aprovecha del todo estas prestaciones. En cuanto a su almacenamiento, hay dos versiones de 128 y 512 GB, que se extiende hasta 1 TB por medio de tarjetas microSD compatibles. Ni una queja: espacio suficiente para guardar toda tu vida.
Samsung ha conservado su estrategia por la biometría. Los usuarios tienen diversas formas de bloquear el terminal. Entre algunas, sensor de huellas dactilares a través de un sensor ubicado debajo de la pantalla (que sigue funcionando bien) y reconocimiento facial . La experiencia de usuario es fluida y consistente con Android 10 y una capa de personalización extra que añade algunas funciones interesantes y aplicaciones de la propia marca.
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