Liga de Fútbol
Polémica en la app de La Liga: puede acceder al micrófono para evitar fraudes en las emisiones de los bares
Según consta en sus términos de uso, el servicio cuenta con una función opcional que, en caso de activarla, los usuarios dan permiso para acceder al audio y al sistema de geoposicionamiento del teléfono móvil, así como el nombre de la red de internet a la que está conectado
Desde el pasado 25 de mayo el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD o GDPR por sus siglas en inglés) es de obligado cumplimiento para los países miembros de la Unión Europea. Un marco legal garantista para los ciudadanos y que ha permitido conocer más de cerca la forma en la que las empresas tratan los datos de los usuarios. Además de la avalancha , a veces innecesaria, de correos electrónicos informativos, la ley ha servido para destapar algunas prácticas al respecto como en el caso de la aplicación oficial de La Liga de fútbol profesional.
Según consta en sus términos de uso , la aplicación, disponible para los principales sistemas operativos iOS y Android , cuenta con una función opcional que, en caso de activarla, los usuarios dan permiso para acceder al micrófono y al sistema de geoposicionamiento del teléfono móvil, así como el nombre de la red de internet a la que está conectado. Una medida encaminada, según destaca el organismo del principal torneo de fútbol español, a «obtener información desde qué lugares se ven partidos de equipos que integran LaLiga y detectar posibles utilizaciones que infrinjan los derechos de propiedad intelectual de LaLiga por parte de establecimientos públicos».
Es decir, es posible «escuchar» de manera remota a través del sistema de audio de los terminales y dirimir si la retransmisión se está realizando a través de un domicilio privado o un establecimiento público, un bar o local de ocio. Estos últimos están contempladas otras tarifas especiales. « LaLiga podrá activar el micrófono de tu dispositivo para conocer si estás viendo partidos de fútbol de equipos. Esta información se utilizará para detectar fraudes», recogen las políticas de privacidad del campeonato.
«Cuando te descargues o actualices la aplicación, el sistema operativo de tu dispositivo móvil te solicitará a través de una ventana emergente que facilites tu consentimiento para que LaLiga pueda activar el micrófono de tu dispositivo móvil », añade el texto. Sólo si decides aceptarlo, el micrófono captará fragmentos de audio con el único objeto de poder conocer si estás viendo partidos de fútbol, defiende el organismo, que constata que el objetivo de esta recopilación de datos personales es «elaborar patrones estadísticos sobre consumo de fútbol» y « detectar explotaciones fraudulentas de las retransmisiones de los partidos ».
LaLiga promete que sólo activará el micrófono del dispositivo móvil «en momentos en los que se estén disputando» partidos de competiciones de fútbol y «no accede a los fragmentos de audio captados», ya que estos se convierten de forma automática en un código binario en el propio dispositivo . La única información accesible, aseguran desde el organismo.
«Si este código coincide con un código previo de control, LaLiga podrá saber que estás viendo un partido determinado. Si no coincide, el código se elimina », añade el texto elaborado por el organismo. Aún así, los usuarios pueden revocar este consentimiento en cualquier momento desde su móvil a través de «Ajustes/Micrófono» . «Si aceptas, la app de LaLiga hace uso de tu micro y geolocalización para detectar bares y cafeterías que emiten fútbol sin pagar la licencia correspondiente. Tratamientos de datos que convierten a tu móvil en chivato», denuncia a través de su perfil de Twitter Jorge Morell , jurista experto en derecho en internet y uno de los primeros en percatarse de esta situación.
Los derechos de terceros pueden ser afectados
La clave también se encuentra en que esta función es opcional, recuerda a este diario Sergio Carrasco , jurista experto en derecho digital de Fase Consulting , pero se «vende como una opción de colaborar» con La Liga. «Al final hay un tratamiento que difícilmente pasaría un análisis de proporcionalidad. Está bien que informen de la finalidad, pero ello no lo convierte de manera automática en un uso legítimo, por más que un usuario consienta a ello», explica. A su juicio, cree necesario ver las medidas de seguridad aplicadas a los archivos obtenidos, «por los derechos de terceros que pueden ser afectados». «Que el proceso sea automatizado (de manera similar a cómo trabaja Audible Magic en Youtube) no elimina los riesgos existentes , además de potenciales usos en la práctica más allá de los permitidos», valora.
A Esther Botella , abogada especializada en protección de datos y miembro, le preocupa que «nos estamos dándonos cuenta de esto» ahora gracias a la entrada en vigor del RGPD. «Antes no teníamos tan claro quién hacía este tipo de tratamientos», apunta en declaraciones a ABC. Esta opción le despierta, a su vez, cierta preocupación: «¿Qué ocurre con las voces de terceros? ¿Las recoge? ¿Las guarda? ¿Durante cuánto tiempo? Ahí me surgen sobre ese tratamiento. No sé si es del todo transparente ».
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