Así será el espacio drone de Europa: limitado a 150 metros de altura y matriculados
La Unión Europea presenta el borrador de las normativas para hacer volar estos dispositivos y que está previsto que entre en vigor en dos años
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Puede que en un futuro cercano la sociedad en su conjunto esté acostumbrada a convivir con los drones. La innovación no para. Se investigan en equipos con funciones para sortear obstáculos, controlarse de manera autónoma. Existen numerosos proyectos relacionados con estas aeronaves no tripuladas, i ncluso aplicándolos como sistemas de transporte de mercancías. Pero antes, bastante antes de presenciar esa imagen extraída de una película de ciencia ficción, se requiere de un encaje legal y normativo que regule este negocio al alza. La respuesta de la Unión Europea tiene nombre: U-Space .
Presentado el pasado año, se trata de un espacio aéreo regulado y seguro para los viajes de drones. Un «avispero drone» que, según las primeras cláusulas recogidas en el borrador del proyecto , planea un entorno común de hasta 150 metros de altura, para equipos superiores a 150 kilogramos de peso y la obligatoriedad de registrarlos previo a su despegue, tanto al drone (como una matrícula) como al operador (como una licencia).
El objetivo de estas medidas es establecer una mayor seguridad al calor del auge y popularidad de estos dispositivos controlados remotamente, que no son juguetes a pesar de la existencia de drones de uso lúdico, y que requieren de un operador en tierra para su manejo. Ante el temor de estar rodeado de drones en un futuro dadas las previsiones de venta manejadas por empresas consultoras , la idea es limitar el espacio. Está contemplado que existan unas barreras geoespaciales por las cuales no podrán acceder los drones.
Las normativas propuestas intentarán equiparar a este espacio común europeo a los mismos preceptos recogidos por las leyes de seguridad aérea y control del tráfico aéreo no tripulado. Está previsto que entre en vigor a partir del año 2019 , aunque requerirá de la adaptación a los diferentes estados miembros.
La ley se cimentará, pues, en algunos aspectos concretos. Por lo pronto, se pretende que el espacio aéreo común sea seguro. «La seguridad a baja altura será similar a la de las operaciones aéreas convencionales», recoge el texto. Es decir, equivalente a estar pilotado por un ser humano. Otra premisa básica es la automatización. «El sistema proporcionará información que permita a los drones autónomos volar de manera totalmente segura y evitar obstáculos o colisiones». Una medida que tiene que ver más de la parte tecnológica.
Positiva recepción
José Antonio Álvarez , secretario general de la Asocicación de Empresas de Drones ( Droniberia ), ha valorado «muy positivamente» la propuesta de crear un espacio aéreo común a nivel europeo porque demuestra «la importancia de estos temas». En declaraciones a este diario, el hecho de homegeneizar la normativa europea es clave, «más aún en los temas de tecnología donde estamos, los europeos, claramente en desventaja respecto a los asiáticos y estadounidenses» y que «el hecho de que sea común y europea, no sujeta a las decisiones locales en un tema tan crítico como el de el espacio aéreo, es un paso muy positivo».
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