Análisis
Una semana con el Apple Watch Series 6 y su hermano «low cost»: ¿cuál vale la pena?
La empresa carga de más sensores al modelo estrella de su catálogo, permitiendo medir el oxígeno en sangre, y aunque no ha solucionado sus problemas con la duración de batería lo compensa con un sistema de carga rápida
No es una adivinanza aunque lo parezca. Son iguales por fuera. Pero por dentro son muy distintos. Se trata de los nuevos miembros del catálogo de relojes de Apple para este curso. Y, por fín, se ha atrevido a duplicar la fórmula con dos modelos distintos : el Apple Watch Series 6 y una versión «low cost» con el apellido SE , tomado en herencia a partir de la nomenclatura del iPhone.
La evolución de este dispositivo ha sido sorprendente, porque con el tiempo se ha centrado cada vez más en la salud portátil . Y eso es importante a tenerlo presente porque este producto es, ante todo, una herramienta para conocer el estado del cuerpo humano y trabajar hacia el bienestar. ¡Que buena falta nos hace! Quizá es el hueco que debe rellenar por naturaleza desde el primer día.
Su ecosistema, además, ha venido mejorando gracias a funciones cada vez más útiles y a una experiencia de usuario mucho más intuitiva. A su vez, está cortando el cordón umbilical con respecto al dispositivo matriz al que se conecta, con lo que puede jugar en solitario para muchas personas si se conecta a través de una eSIM. Imagínate: le metes conectividad adicional al «gadget» y te olvidas de llevar el móvil, salvo para algunas interacciones concretas como el uso de la cámara.
Un porcentaje del oxígeno en sangre
El modelo que más puede atraer, al menos por su nombre, es el Series 6. Es, sin duda, el más avanzado de su catálogo. Su punta de lanza. Se trata de una mejora respecto a la anterior generación, pero algo escasa. Se ha cargado de más sensores. El más importante es un sensor diseñado para medir la saturación del oxígeno en sangre. Lo hace por medio de luces infrarrojas que analiza la frecuencia en el caudal de sangre y, en quince segundos, devuelve un porcentaje. ¿Es de verdad real? Por ahora no se han pronunciado expertos médicos.
Es algo inestable porque no siempre lo reconoce a la perfección. Para lograrlo, hay que apretarlo bien a la muñeca y no ubicarlo ni muy cerca de la articulación ni muy dentro del antebrazo. Durante las pruebas realizadas esta semana se han registrado valores entre el 95% y 100% en la mayoría de las ocasiones. Es una función útil, y más en los tiempos pandémicos que vivimos, aunque todavía no cuenta con la aprobación del regulador estadounidense . El resto del plantel de sensores se ha conservado, como el electrocardiograma o el pulsómetro.
Entre otras modificaciones interesantes se destaca su pantalla más brillante, incluso en reposo. Pero, sobre todo, mejora su lectura en exteriores, que también era algo que se demandaba entre los consumidores. Eso es de agradecer. Al igual que el año pasado, siempre permanece encendida . Esta función se puede desactivar porque puede consumir un poco más la batería, pero apenas tiene una incidencia preocupante a la hora de la verdad.
Se trata de una evolución menos revolucionaria que otras ediciones. Es más rápido. Se ha ganado, según los términos de la propia compañía, hasta un 20% de potencia . En el día a día apenas se nota que de verdad es un gran salto, aunque algunas funciones y apertura de aplicaciones se sienten con un comportamiento más fluido. Eso es cierto, pero quizá es que se trata de un equipo nuevo.
Este modelo se ha actualizado, además, con una tecnología Wifi más avanzada para dar soporte a las conexiones de 5 GHz que ofrece una mayor velocidad de transferencia. En cambio, el modelo «básico», el Watch SE, que es equivalente en la práctica al Series 3 que ya tiene tres años de vida, soporta las tradicionales 2,4 GHz, que tampoco supone un gran problema difícil de solventar.
¿Te has lavado las manos? Te lo recuerda
Mejorable son, nuevamente, algunas funciones como el medidor de la calidad del sueño, que quizá se echa en falta algunos automatismos y una mayor segmentación de datos, así como la necesidad de tenerlo suficientemente cargado para su correcto funcionamiento. Con la nueva versión del software, WatchOS 7 , se incluye, además, una opción que recuerda al usuario la necesidad de lavarse las manos. Algo que hoy en día, en esta terrible pandemia, es fundamental para protegerse.
Donde más se ha avanzado es en la batería, aunque no como se esperaría: más que nada porque viene con una de cal y una de arena. No tanto por su autonomía, porque se encuentra en los niveles habituales del anterior modelo (día o día y poco en un uso moderado), pero sí en el tiempo de carga: una hora más o menos. Es un proceso más rápido . Y se nota, sobre todo, a la hora de irse a dormir porque puedes reactivar la vida lo suficiente como para aguantar por la noche. No se ha ganado horas de viaje pero sí el embarque es más cómodo.
Esta temporada abre una brecha en la decisión de compra: no siempre la versión más cara es la opción correcta. Porque la versión «low cost», el Watch SE, es también muy recomendable. ¿Por qué? El asunto está en que prescinde de alguno de los sensores que han aparecido en los últimos años como el electrocardiograma y el más reciente oxímetro, pero el resto de funcionalidades están ahí. Al igual que el modelo superior, también permite activar la función de detección anticaídas, que es muy práctica sobre todo para las personas mayores: se puede programar que cuando una persona sufre una accidente el dispositivo manda una alerta a emergencias o un contacto predeterminado.
Ambos ofrecen un chasis de 40 y 44 milímetros , manteniendo el mismo sistema de enganche, con lo que las correas sirven igual. Una novedad ha sido la llegada de una correa llamada «Loop» que se trata de una sola pieza adaptable a la muñeca. Es muy original y queda bien, aunque dependiendo de la talla puede apretar la muñeca demasiado.