Los retos de la banca digital pasan por los pagos móviles y los servicios contextuales
El libro de tendencias elaborado por el BBVA destaca el camino a seguir por el sistema financiero para adaptarse a los nuevos tiempos
La banca se hace digital. Los pagos móviles, los monederos digitales, los servicios web, las plataformas de microfinanciación de proyectos («crowd finance») y los servicios contextuales son algunos de los retos de las entidades bancarias en aras de adaptarse a los nuevos tiempos.
Según recoge el «Libro de Tendencias sobre Servicios Financieros», elaborado por el BBVA, el camino a seguir el sector financiero en los próximos años pasa por acelerar la digitalización de sus servicios, una demanda cada vez mayor por parte de los clientes que consideran que se agilizará en la medida de lo posible los trámites para, por ejemplo, obtener un crédito o resolver sus problemas. Está disponible como aplicación iPad y también accesible en formato web reader y PDF desde cualquier navegador web (incluyendo dispositivos móviles).
«El futuro depende en la medida en la que tengamos en cuenta decisiones estratégicas tomadas en tres y cinco años. El mundo está cambiando con internet y los ciudadanos esperan de los bancos el mismo nivel de servicios que han utilizado hasta ahora», reza el informe, que destaca varias premisas a tener en cuenta para adaptarse a las nuevas demandas: simplicidad, justicia, rapidez, relevancia y personalización.
En ese camino, los nuevos métodos de pago son la punta de lanza para crear un nuevo ecosistema en donde los usuarios puedan beneficiarse. Surgen propuestas como BBVA Wallet, que pone de relieve el cariz que está tomando esta tecnología que cada vez más se va abriendo hueco en la sociedad y que, en la medida de lo posible, grandes firmas tecnológicas como Apple o Google aspiran a entrar.
Los préstamos «peer-to-peer» son otras de las cuestiones a tener en cuenta por la banca para hacer frente a las nuevas realidades virtuales, así como el empuje de las redes sociales, que cada vez más surgen iniciativas para convertir a estas plataformas de gran penetración en la sociedad, sobre todo, en edades más jóvenes, en unidades para vincular pagos.
