iPad

Consejos para elegir tableta que mejor te conviene

Hay muchas opciones en este mercado, pero mientras se busca evolucionar el formato como sustituto definitivo del portátil pueden surgir muchas dudas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Para muchos consumidores, las tabletas no es un dispositivo que sustituya realmente a los ordenadores portátiles. Para otros, en cambio, sí lo son. Es un eterno debate que se extiende desde que en 2010 Apple comercializara su primer iPad . Y, entonces, se llegó a comentar que era más que «un iPhone de gran tamaño». La cosa ha cambiado en este tiempo. Mucho. Ahora existe un abanico mayor de opciones, que intentan adaptarse a cada tipo de públicos.

Presupuesto para todo tipo de bolsillos

Lo primero que uno debe pensar cuando va a iniciar el proceso de venta es, sin lugar a dudas, el presupuesto. Saber lo que uno puede gastarse (o invertir, según se mire) es fundamental para reducir las opciones. Por fortuna, ahora existen productos con buena relación calidad-precio que sitúan un rango entre los 200 y 400 euros como una de las oportunidades más interesantes. Huawei, Samsung o, incluso, Apple ofrecen tablets a estos precios, aunque hay que tener presente algunas limitaciones adicionales.

El sistema operativo, gran decisión

Otro de los factores más importantes para decantarse por un modelo u otro se encuentra en la experiencia de usuario. Algo que viene proporcionado, en gran parte, por el sistema operativo. Aunque están cada vez más cerca el uno del otro existen grandes diferencias entre iPadOS -el nuevo sistema operativo de Apple para sus tabletas- y Android. Pero por ahí se cuela Windows 10 en la familia Surface de Microsoft, que ofrece una experiencia más cercana si cabe al portátil. Cada cual presenta algunas oportunidades, han desarrollado bastante bien la multitarea, pero los servicios compatibles y las fluidez pueden ser detonantes.

Tamaño: no todo debe ser grande

Además del ecosistema, también hay que fijarse en el tamaño. Y aquí, por suerte o por desgracia, hay una gran diversidad. El formato clásico ha sido, por una regla no escrita, unas 9.7 o 10.1 pulgadas. Una superficie más que suficiente para la mayoría de actividades, aunque a veces, es cierto, puede ser o demasiado grande o demasiado pequeño. En el mercado también existen otras propuestas que llegan incluso hasta las 12 pulgadas, aunque están más reservadas a un público profesional. Hay tablets de unas 7 u 8 pulgadas que, aunque parecen a priori algo pequeñas su transportabilidad y manejabilidad las convierten en buenos compañeros de fatigas. Hay muchas propuestas como Amazon Fire HD 8, Samsung Tab S6, iPad 2029 y iPad mini, Huawei MediaPad M5, Lenovo Tab P10 , que pueden satisfacer las necesidades de la mayoría.

Al igual que sus dimensiones, la calidad de la pantalla, la resolución y demás son elementos a los que hay que tener presente. Lo mínimo recomendable debe de ser Full HD. Un estándar de imagen que lo trabajan en su mayoría los fabricantes. Cada cual dispone de su propia tecnología, o su construcción porque hay paneles laminados que ofrecen buenas prestaciones. Difiere la calidad si se trata de un panel «clásico» de tipo IPS-LCD o si se cuenta con uno OLED. Lo normal va a ser utilizar estos dispositivos para consumir contenidos multimedia, pero también se puede trabajar con ellos. Es más, se utilizan cada vez más para estos fines profesionales y, ante esta tendencia, no hay más que apostar por una mayor calidad.

Rendimiento y prestaciones

Y, también, por sus tripas técnicas. Porque no es lo mismo un dispositivo de gama de entrada cuyos procesadores y memorias RAM vayan justas que otro de gama media o alta que ofrezca una gran fluidez y rendimiento. Como es obvio, en esta segunda opción sus precios son más altos, por lo que habría que estar en, al menos, unos 400-500 euros en adelante. Aquí hay un extenso abanico de opciones. Pero hay una cosa clara: cuanto más RAM, más posibilidades para la multitarea y la productividad.

Al igual que su capacidad. De entrada, habría que descartar las que ofrecen únicamente 32 GB de almacenamiento . Y más teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos es ficticio: el sistema operativo y las aplicaciones preinstaladas «comen» un trozo de este espacio. Aunque si bien es cierto que los servicios de almacenamiento en la nube son cada vez más populares, disponer de un espacio local dentro del dispositivo es todavía importante. Hay modelos incluso que ofrecen la posibilidad de ampliar memoria por medio de tarjetas microSD, pero cada vez más se está eliminando esta opción. Lo más razonable, quizás, es contar con al menos unos 64 GB -que sigue siendo poco en los tiempos que corren-, sino más. Porque, luego, se echará en falta.

Batería grande, ande o no ande

En cuanto a su batería, aquí sí que cualquiera puede ser tajante; cuanto más densidad de las baterías más posibilidades de ampliar su autonomía. Y esto es un factor capital porque los usuarios demandan que sus productos duren cada vez más. Es cierto que la optimización de la batería de iones-litio afectan diferentes factores como el software, el hardware o el tipo de pantalla, pero lo exigible es que al menos esté garantizado unas 9-10 horas de uso prolongado.

A la hora de considerar la compra de una tableta se puede tener en consideración otras características como la convectividad. Los hay que ya han dado el salto a los puertos de tipo USB-C, el estándar a perseguir, mientras que otros se contentan con el cable USB «normal». La existencia o no de una clavija para auriculares de tipo «minijack» puede ser un aspecto secundario, más que nada porque hoy en día se pueden utilizar sensacionales auriculares inalámbricos o, a las malas, se puede tirar de los altavoces integrados. La calidad de audio también es importante; hay modelos avanzados -pero caros- que presentan hasta cuatro altavoces que repercute en una potente sonoridad en estéreo.

Compatibilidad con teclados y otros accesorios

Cada vez más los fabricantes están optando por incorporar varios pines en uno de sus marcos laterales para conectar fácilmente teclados inalámbricos. Esa es la mejor opción. Porque estas tabletas se pueden utilizar fácilmente para trabajar con herramientas de ofimática. Y, en los modelos más avanzados, incluso compatibles con accesorios como Apple Pencil, S Pen o lápices ópticos que sirven para ampliar sus funciones y emplearse para bosquejar, dibujar y tomar notas. Si se van a destinar para ver contenidos multimedia esto es innecesario.

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