Velas y flores en el pueblo natal de Ratzinger
Marktl am Inn recuerda a su vecino más celebre: «Era una persona sencilla, con él todo era muy fácil y ahora se ha ido en silencio, sin quejarse»

La tradicional Misa de Fin de Año, que se celebraba ayer (31 diciembre) en la parroquia de San Oswaldo de Marktl am Inn, la iglesia en la que fue bautizado Joseph Ratzinger el día de su nacimiento, el 16 de abril de 1927, Sábado Santo de ese año, se convirtió de forma improvisada en Misa de funeral. Una fotografía en gran formato del Papa Benedicto XVI, adornada con una cinta negra, fue situada delante del árbol de Navidad. En el Ayuntamiento de la localidad bávara, una bandera amarilla y blanca del Vaticano ondeaba a media asta junto a la local.
Algunos vecinos la localidad, de unos 2.700 habitantes, habían depositado velas y flores ante la casa donde nació el Papa, en la Plaza del Mercado, que actualmente se encontraba cerrada por vacaciones de invierno, pero que ha sido de nuevo abierta y ofrece un libro de condolencias. «Esperábamos esta noticia desde hace tiempo, pero no por ello es menos triste«, declaró el ex alcalde Hubert Gschwendtner, que ocupaba la alcaldía cuando Ratzinger fue elegido Papa, masas el 19 de abril de 2005.
Gschwendtner recuerda con especial emoción el mes de septiembre de 2006, cuando el Papa Benedicto XVI regresó a su antiguo hogar y honró a Marktl con una visita, que prolongó contra el protocolo con un baño de multitudes. «Aquello nos venía grande, no sabíamos cómo organizarlo, pero Ratzigner era una persona tan sencilla que lo hizo todo muy fácil y no se quejó por nada», recuerda, «ahora Marktl am Inn ha perdido al más célebre de sus feligreses, se ha ido en silencio, también sin quejarse».
El hecho de contar con un vecino del pueblo que llegó al Pontificado no se tradujo en un renacimiento de la piedad popular en Marktl am Inn. La erosión de la cohesión de la Iglesia católica alemana ha afectado a esta localidad igual que al resto del país.
La Conferencia Episcopal alemana reacciona a su fallecimiento con dolor contenido. «Un teólogo impresionante y un pastor experimentado», rindió ayer homenaje su presidente, Monseñor Georg Bätzing, «lamentamos la pérdida de una personalidad que dio a la Iglesia esperanza y dirección incluso en tiempos difíciles».
El obispo de Limburg agregó que su capacidad de pensamiento teológico, su juicio político y su trato personal con muchas personas habrían distinguido al ex papa nacido en Alemania, tras recordar que logró un gran respeto por su valiente decisión de dejar el cargo de Papa en 2013 pero no evitó aludir a la carta de Benedicto XVI del 8 de febrero de 2022, con motivo de la publicación del informe de Múnich sobre los abusos a menores: «Pidió perdón a los afectados, pero las preguntas quedaron sin respuesta». «Benedicto XVI fue un gran Papa, que siempre ejerció su oficio pastoral con franqueza y una fe fuerte. Como teólogo, moldeó y seguirá moldeando a la Iglesia durante mucho tiempo », diclaró el arzobispo de Munich y Freising, el cardenal Reinhard Marx, «siempre fue importante para él promover el carácter cristiano de Baviera y la viva expresión de la piedad, y muchos creyentes todavía recuerdan buenos encuentros con él en sus confirmaciones».
Entre los laicos alemanes, la presidenta de la máxima representación en el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), Irme Stetter Karp, ha lamentado la muerte del «intelectual conservador«. «El Papa alemán llenó a muchos de orgullo, pero sobre todo de esperanza. Esta esperanza fue cumplida en gran medida. Para otros, quedó el anhelo incumplido de encontrar una respuesta a la pregunta de cómo su cristianismo puede tener éxito en el siglo XXI a través de un intelectual en el trono de Pedro«.
El cardenal Rainer Maria Woelki de Colonia, describió a Benedicto como un «pensador espiritual profundo». «Su teología ha dado forma y fortalecido la fe de innumerables personas, al igual que la humildad y el valor con los que llevó a cabo todos sus oficios«, dijo ayer, «su vida estuvo íntimamente ligada a los grandes acontecimientos eclesiásticos de la época. Dio forma a la iglesia de hoy de una manera profética».