Así son los garfios que usan los inmigrantes para saltar la valla de Melilla
Con uno de ellos fue herido un guardia civil el martes en el último salto violento
![Uno de los garfios intervenidos en el salto de los inmigrantes](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2017/05/10/s/garfios-salto-melilla-dos-k9tG--620x349@abc.jpg)
Son seis metros de altura , tres vallas y unos espacios tan pequeños en el entramado de las mismas que es imposible que quepa no ya una mano sino un dedo. Por eso los inmigrantes que esperan pacientemente al otro lado de la frontera usan la imaginación para sortear estos impedimentos.
Fabrican escalas hechas con cuerdas viejas o escaleras con ramas de árbol. A las botas de deportes les ponen unos tacos parecidos a los de los futbolistas, sólo que son tornillos que atraviesan la suela con su chapa y contrachapa. De esta manera logran afianzarse y escalar con los pies sin resbalar . Y para las manos usan afilados garfios con un rústico mango de madera y atados a las muñecas para no perderlos.
![Garfios intervenidos](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2017/05/10/s/garfios-salto-melilla-k9tG-U203773229937vbC-250x300@abc.jpg)
El problema es la peligrosidad de esta «herramienta» que puede volverse contra ellos mismos y contra los agentes de la guardia civil que impiden la inmigración ilegal en Melilla. Esto es lo que pasó el pasado martes 9 de mayo , cuando un centenar de inmigrantes de origen subsahariano, concretamente 110, saltaron la valla de forma «violenta», según las palabras de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma.
Tres guardias civiles resultaron heridos por agresiones y varios vehículos del Benemérito Instituto dañados . Uno de los agentes de la autoridad lo fue con un garfio como el que aparece en las imágenes a las que ha tenido acceso este periódico. También se lanzaron piedras. Otros tres inmigrantes fueron atendidos por la Cruz Roja aunque su estado, según la Delegación del Gobierno, es bueno.
Este salto de valla, el segundo de este año con entrada de inmigrantes y el más numeroso de 2017 , se produjo sobre las siete de la mañana en la Hípica. Unos 300 subsaharianos se dividieron en varios grupos para tener más opciones de entrada a España, táctica que es muy habitual para crear confusión.