Polonia declara al gato común «especie invasora» y levanta una gran polémica
La Universidad de Ciencias Biológicas de Varsovia en 2019 calculó que los gatos domésticos matan a unos 583 millones de mamíferos y 135 millones de aves al año en Polonia

El biólogo de la Academia Nacional de Ciencias polaca Wojciech Solarz declaró el pasado mes de julio al gato doméstico como «especie exótica invasora» en Polonia provocando así una gran polémica. Para calmar a las masas el biólogo acudió a la televisión para justificar esta decisión y la Academia Polaca de Ciencias ha publicado un artículo explicando el daño que los gatos causan a otros animales y respondiendo a una serie de preguntas frecuentes.
El gato doméstico, fue domesticado probablemente hace unos 10.000 años en la cuna de las grandes civilizaciones del antiguo Cercano Oriente, que se extendía desde el valle del Nilo hasta el sur de Mesopotamia. Por este motivo, desde una perspectiva puramente científica, en Europa, y por tanto también en Polonia, debería ser considerada una especie exótica.
Dado que existe una clara evidencia científica de la influencia negativa del gato doméstico en la biodiversidad autóctona, debería catalogarse como una especie exótica invasora. Esta opinión está en línea con la opinión formulada por el equipo de especies exóticas invasoras como parte de las actividades de la Comisión Europea. Tal clasificación es consistente con las definiciones adoptadas en la base de datos de especies exóticas en Polonia.
A pesar de la clara evidencia de un impacto negativo del gato doméstico en la vida silvestre nativa, esta especie no se incluyó en las especies exóticas invasoras que representan una amenaza para la Unión (en el sentido del Reglamento de la UE 1143/2014), porque no cumple con algunos de las enumeradas en el apartado 3 del artículo 4). Debido a la presencia masiva de esta especie en la cría doméstica, así como en el entorno natural, es poco probable que la inclusión de un gato doméstico en la lista de la UE prevenga, minimice o mitigue su impacto de manera efectiva (Art. 4 (3e) ).
Al mismo tiempo, cabe señalar que la legislación de la UE no prohíbe a las autoridades locales tomar medidas para gestionar las poblaciones de gatos salvajes, siempre que se haga de conformidad con la legislación nacional pertinente.
Sin embargo, hay que esforzarse para reducir el impacto negativo del gato doméstico en su fauna autóctona. Una de las formas más sencillas es limitar el tiempo que los gatos permanecen fuera de los espacios confinados durante la temporada de reproducción de las aves.
Los cambios de distribución debidos a la introducción de especies exóticas se producen de manera abrupta, por regla general, proceden con relativa rapidez y, sobre todo, son procesos completamente antinaturales: su causa principal es únicamente la actividad humana.
Dado que la introducción de una nueva especie en un área determinada da como resultado un aumento en el número de especies que se encuentran aquí, puede parecer que gracias a esto la naturaleza se ha enriquecido.
MÁS INFORMACIÓN
Pero en este caso, «más» no significa «mejor». El valor natural del área no siempre es proporcional al número de especies presentes. Un ejemplo son las regiones polares. Cada vez que una especie extraña se asienta, cambia irreversiblemente el ecosistema, un sistema único que se creó como resultado de procesos naturales muy largos.
En muchos casos, el impacto negativo de las especies exóticas no se hizo evidente inmediatamente después de su introducción, sino solo después de un largo período de presencia. Así, la presencia de algunas especies llamativas e inofensivas en la actualidad puede traer riesgos para la naturaleza y la economía difíciles de cuantificar en el futuro.