OBITUARIO
Javier Repullés, comprometido con los pobres
Su vocación sacerdotal ha sido marcada por sus valores cristianos y compromiso social con las familias más vulnerables

Javier Repullés S. J. nació el 12 de mayo de 1936. En 1953 entró en la Compañía de Jesús y fue ordenado sacerdote el año 1965. Desde el principio, su actividad pastoral estuvo muy centrada en el trabajo con jóvenes, la espiritualidad y la promoción de la justicia social.
Ese compromiso con los pobres había que llevarlo a la práctica como enseñaba Juan XXIII en su encíclica Mater et magistra (n. 237), lo que le lleva, entre otras iniciativas, a trabajar en el Pozo del Tío Raimundo, a la huelga de hambre a favor del 0,7% y a crear la Fundación Pan y Peces.
En 2010, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Esperanza Aguirre, le concedió la Encomienda de la Orden del Dos de Mayo. Tras muchos años dedicados a atender y proveer de alimentos a familias necesitadas en la capilla de Cachito de Cielo, en el barrio de Chueca de Madrid, un grupo de inspirados por Javier, se reúnen para dar forma a la idea originaria de atender directamente a las familias en sus necesidades más básicas de alimentación, higiene personal y limpieza.
De esta manera, en mayo de 2011, se constituye la Fundación Pan y Peces, convirtiendo en realidad la necesidad de Javier Repullés S. J. y de un grupo de cristianos con el objetivo de seguir ayudando a los más necesitados de una manera digna, efectiva y directa. Gracias al espíritu incansable de Javier y las ganas de ayudar de numerosos voluntarios, colaboradores y patronos, la Fundación ha ido creciendo por las necesidades de las familias afectadas en un primer momento por la crisis de 2007, posteriormente por la crisis del Covid-19 y en la actualidad por la guerra de Ucrania y el alza generalizada de los precios. Donde antes se atendían a 50 familias, en la actualidad son más 750 familias, lo que supone atender a más de 2.500 personas de toda la Comunidad de Madrid.
La Fundación Pan y Peces es el testimonio de la lucha porque la fraternidad sea lo fundamental en la vida, al ser hijos del mismo Padre.
Debido a la terrible crisis económica que nos azota, se evidencia un aumento de familias necesitadas, muchas de ellas con niños, que encuentran dificultades para ir a los comedores gratuitos. Por esta razón, la Fundación entrega manualmente un lote de alimentos a cada familia para que se los lleve a su casa.
Javier ha pretendido que la Fundación sea un instrumento para ayudarnos los unos a los otros en nuestras necesidades, enseñarnos a respetarnos en nuestras diferencias, a ser más humanos, a aprender a escuchar, a dialogar y a comprender según la pedagogía de Dios, que tiene con cada uno de nosotros. Desde la Fundación Pan y Peces llevaremos su mensaje fraternal, con Humor y Amor.