La vuelta de vacaciones también es dura para nuestras mascotas
Pasar tiempo en soledad o volver a casa después de haber estado fuera juntos, puede afectar a nuestro perro más de lo que podemos pensar. Para ellos como a los humanos cuesta regresar a la normalidad tras las vacaciones
Más tiempo fuera, lugares descubiertos, más horas junto a ellos... en definitiva, nuestras mascotas también disfrutan de las vacaciones y, volver a casa y a la rutina puede ser para ellos, igual que para nosotros, bastante duro. Ya sea que hayan viajado con nosotros o se hayan quedado en una guardería o en casa de algún familiar o amigo , sin ninguna duda durante este tiempo su rutina habrá cambiado, por lo que volver al día a día que supone septiembre, puede afectarles. Aunque haya intentado durante este tiempo de desconexión cambiar sus hábitos lo menos posible , no habrás estado presente o vendrán de otro entorno y con otra gente, por lo que es normal que pueda mostrar cambios de comportamiento.
Noticias relacionadas
En algunos casos están muy contentos de volver a casa y estar de nuevo con los suyos, en otros, se lo han pasado tan bien con otros perros o cuidadores que se les hace difícil volver a la rutina. Los expertos de Purina ofrecen a ABC una serie de conductas que le ayudarán a saber si su perro está padeciendo lo que podría denominarse «depresión post vacacional» , (versión perro). Además nos aconsejan de debemos hacer para que este septiembre no sea traumático para ellos.
Ojo a estas señales
-Control de esfínteres : si ahora su perro ha vuelto a hacer sus necesidades en casa, puede que se deba a una alteración en su rutina de horarios y debe hacer que vuelva a adaptarse a ella. Evite regañarle cuando lo haga en casa y premie cuando haga sus necesidades donde corresponde.
-Reclamo de atención : durante las vacaciones, algunos perros reciben mucha más atención de la que sus socios humanos les pueden procurar durante el resto del año. Por eso es frecuente que, a la vuelta de las vacaciones, algunos perros se muestren especialmente cariñosos buscando nuestro contacto.
-Exceso de actividad : Es probable que, si estuvo en una residencia con mucho espacio y muy estimulado o que, si su cuidador hizo de su estancia una fiesta, ahora nuestra mascota quiera seguir con ese ritmo intenso de vacaciones. Procure darle más tiempo de actividad física si así lo necesita, pero irla encajando en su rutina de manera sostenible.
-Depresión : Si nota signos de angustia o tristeza, tendrá que hacer una adaptación progresiva a los nuevos horarios y rutinas, en la medida de lo posible. Es decir, que el perro no pase de estar siempre acompañado a quedarse nueve horas solo porque su socio humano vuelve al trabajo de un día para otro. Hay que evitar un contraste tan brusco.
-Otras : pérdida de apetito, conductas destructivas o movimientos repetitivos. En este o, en cualquier caso, recuerde llevarlo a su veterinario para un correcto diagnóstico y posible tratamiento. Esto no debe ser motivo de preocupación sino de estar en alerta para que detecten que su perro puede estar sufriendo y llevar a cabo algunas acciones muy simples que nos ayuden a mejorar su calidad de vida.
En palabras de Sonia Sáez, veterinaria y Brad Manager de Purina Corporativo, «Del mismo modo que a las personas les cuesta volver de vacaciones, los animales también necesitan un tiempo de adaptación a la rutina. Sin duda ellos tienen una capacidad de adaptación mucho más desarrollada y se adaptan mucho más rápido que nosotros a nuevas circunstancias , pero nada que no se pueda solventar con ciertas dosis de paciencia y cariño».
Unos consejos
Poco a poco : es clave que la vuelta no sea de golpe y pueda hacerla de forma progresiva así el shock no es tan grande. En este sentido, durante las primeras semanas sáquelo con más frecuencia de la habitual así va recuperando poco a poco los horarios de paseo y recuerda cómo debe comportarse. Pero sobre todo, tenga paciencia. No olvide de que el perro, aunque se adapta a multitud de situaciones, es un animal de costumbres y necesitará volver a la rutina poco a poco.
Más dedicación, pero sin agobios . Una buena idea es establecer claramente momentos del día y espacios concreto durante los cuales el centro de atención será nuestro perro, y otros en los que podrá disfrutar tranquilo de algún juguete o premio . Así podrá relacionar que tanto él como usted necesitáis vuestro espacio, pero también hay tiempo para pasarlo bien juntos.
Controle su alimentación : igual que ocurre con nosotros, en verano puede haber exceso de snacks o de comida no del todo recomendada. Por eso, vuelva a sus horarios y raciones para controlar si come como antes. Si nota que ha aumentado de peso, consulte con su veterinario para evitar que se convierta en algún problema más serio.
Control veterinario: aproveche la vuelta de las vacaciones para llevarlo al veterinario, de manera que pueda hacerle una revisión y así asegurarse de que todo en su salud está bien y su fiel amigo está listo para afrontar la llegada del otoño y del invierno.
Por último un consejo, para que la vuelta a la rutina sea buena para ambos, lo recomendable será hacer un esfuerzo y, durante las primeras semanas tras el regreso de vacaciones, poner el despertador un poco antes para sacar al perro a pasear in prisas y dejando que juegue con tranquilidad , dándole un tiempo extra para adaptarse de nuevo a la rutina.