¿Tiroides en perros y gatos?
Perros hipotiroideos y gatos hipertiroideos son frecuentes en los centros veterinarios
«¿Nos han imitado?», exclaman con sentido del humor algunos propietarios. Conscientemente no lo han hecho, pero perros y gatos tan próximos a la especie humana y alejados del proceso selectivo natural, aparecen como delicados «juguetes de cristal» y «propensos a todo tipo de patologías», comenta el veterinario Javier Álvarez de la Villa, del Centro Veterinario Víctor de la Serna, en el momento hablar sobre la calma y tormenta tiroidea en perros y gatos.
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La glándula tiroides regula como un auténtico termostato el ritmo de actividad de los seres vivos. Así, si eres hipertiroideo, te sientes inquieto, hiperactivo, tembloroso. La glándula segregará demasiada hormona tiroides y materialmente te «quemas», te «combustionas». Esto también le pasa a los compañeros de cuatro patas. «Es curioso también que veamos tantos casos de hipertiroidismo, exceso de tiroides, pero en presentación clara y estadísticamente sesgada hacia los míninos. Es decir, en nuestros Centros Veterinarios los gatos hipertiroideos son una auténtica realidad. Por el contrario, los perros se toman cumplida revancha con la enfermedad antagónica, el hipertiroidismo», comenta Javier Álvarez de la Villa.
Hipertiroidismo e hipotiroidismo
El hipertiroidismo y el hipotiroidismo son los antagónicos polos de la enfermedad tiroides. Por ejemplo, nuestro gato ha adelgazado de manera alarmante. Aquel hermoso animal de unos 6 kilos, apenas alcanza ahora unos 4 kilos, pero por añadidura, se presenta mucho más nervioso, inquieto, casi hiperactivo y aullando, o tal vez lamentándose día y noche. Pero ¿cómo es posible que adelgace de esta manera, cuando come mucho más que antes? Además, el alimento es de buena calidad, se preguntarán sus alarmados propietarios. Pero el florido conjunto sintomático del hipertiroidismo no se queda ahí. Nuestro gato comenzará a beber mucho más, acercándose con frecuencia a un bebedero. El proceso podrá seguir avanzando hasta convertir a nuestra mascota en algo muy diferente a aquel aullido y confortable gatazo que reposaba en nuestro regazo. Ahora es poco más que piel y osamenta sin tejido graso e incluso muscular; se habrá desvanecido.
«Hasta aquí queda claro que los signos del exceso de tiroides en gatos podrán ser advertidos con claridad por parte de los propietarios. Toca ahora la más que aconsejable asistencia a un adecuado Centro Veterinario», comentan. En consulta, estos pacientes muestran signos muy característicos. Su tensión arterial suele estar elevada. Gatos hipertensos. Azote similar a los humanos modernos. La hipertensión podría dañar su retina. Mininos ciegos con desprendimiento retiniano o hemorragias retinianas o glaucoma, no son infrecuentes. La hipertensión, plaga del siglo XXI y enemigo silencioso, podría dañar irreparablemente los riñones del minino o incluso su sistema cardiovascular, con graves arritmias y trombos. Los análisis de sangre y orina nos podrán mostrar diferentes grados de evolución, desde leves a muy grandes. Además la rápida determinación de hormona tiroides ( T4) ofrecerá valores muy elevados y un diagnóstico definitivo.
Tormenta tiroidea
«El caso más espectacular y triste lo constituye la terrible tormenta tiroidea. Esta presentación d e gatos hipercinéticos, temblorosos, caquecticos (en estado de extrema desnutrición, atrofia muscular, fatiga, debilidad), arritmicos, hipertermicos, se nos presentan como culmen de esta patología en nuestros Centros Veterinarios», comenta Javier Álvarez de la Villa. Es motivo de urgencia, está sufriendo, y es necesario no sólo un diagnóstico rápido y certero, sino un tratamiento eficaz que devuelva la armonía, dignidad y salud de nuestro felino amigo. El tratamiento del hipertiroidismo felino no es sencillo, pero resulta imprescindible , y gracias al tremendo empuje de la medicina veterinaria en pos de la dignidad animal, podemos ofrecer niveles de asistencia y resultados inimaginables apenas hace un lustro. Regularemos la producción de tiroxina, esto es, procuraremos frenar óptimamente a la tiroides exacerbada. Además, paliamos los signos que hayan aparecido (hipertensión, arritmias, alteraciones renales,alteraciones del comportamiento..) y daremos una digna oportunidad vital a nuestro inapreciable compañero.
Hipotiroidismo en perros
En los cánidos domésticos el hipotiroidismo es una hormonopatía de presentación usual. Si el gato se «combustiona» literalmente con el exceso tiroideo, por el contrario, el can parece «no arrancar», como si adoleciera de toda energía vital. El defecto o carencia de hormona tiroides podría dejar «planchado», como tirado, indolente, vago, inactivo a nuestra mascota canina.
El propietario observa con el paso del tiempo, cómo su inseparable compañero engorda de manera inexplicable . ¿Cómo es posible que lo haga cuando apenas come y lo paseo un montón? «Pues es posible porque la tiroxina falta, y el metabolismo energético baja y , como consecuencia, “no quema” los nutrientes; por el contrario, los acumula en el panículo adiposo. Adivinamos, pues, que la obesidad podría derivar muchas veces de una hipoproducción de hormona tiroidea (hipotiroidismo), pero lamentablemente, el tema no se queda ahí», comenta Javier Álvarez de la Villa.
El hipotiroidismo, como su antagónico primo el hipertiroidismo, constituye con frecuencia un cortejo sintomático. Algunos ejemplos servirán para ilustrarles: animales con caspa y mal pelaje, e incluso calvos . Es cierto, la alopecia endocrino no es infrecuente. En estos casos nuestros perros no podrán mejorar hasta una suplementación adecuada de tiroxina. No es complicado ofrece excelentes resultados. Al mes el manto cutáneo piloso lucirá esplendoroso en la mayoría de los casos. Otros hipotiroideos, pese a estar ciertamente obesos, muestran signos de “estar pasando frío y buscarán los lugares cálidos de la casa. Su hormona está baja y su «caldera metabólica no tira».
En un caso extremo, estos animales podrían sucumbir a los rigores invernales de climas extremos. C on el diagnóstico y tratamiento sencillo , recuperar su metabolismo basal y normotermia. Perros hipotiroideos podrían presentar, además, altos niveles de colesterol, anemias, alteraciones musculares, alteraciones de comportamiento y otras. Con un adecuado diagnóstico devolverán a nuestro querido y fiel amigo su dignidad merecida. Especies animales domésticas de compañía. Perros y Gatos. Coto vedado a la presión selectiva natural. Exóticas razas amparadas por el amor y, en ocasiones capricho humano. «Juguetes de cristal» que como nosotros en nuestra jungla humana, parecen imitar las enfermedades que azotan a los humanos en el siglo XXI. Es necesario, y nos consta se está realizando en parte, un esfuerzo selectivo para fortalecer y revitalizar nuestras múltiples razas. Se lo merecen, si duda, son también nuestra responsabilidad y no tan sólo nuestro capricho.