Reducir la huella medioambiental nunca ha sido tan fácil con las mascotas
Ser sostenible es posible con las marcas eco-friendly, los juguetes hechos en casa y otros sencillos consejos
En nuestro planeta hay cerca de 800 millones de mascotas, cifra que aumenta cada año y conlleva una huella ecológica significativa. Hoy en día, la concienciación por el respeto al medio ambiente y la reducción del impacto del ser humano en el mismo es cada vez mayor. Sin embargo, adoptar un estilo de vida ecológico, en ocasiones deja fuera el cuidado de las mascotas.
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Edgard & Cooper, marca de comida natural para mascotas con un claro compromiso eco-friendly, propone una serie de sencillos consejos para ayudarnos a reducir la huella medioambiental de los animales domésticos. De hecho, ha desarrollado un Plan Huella Cero, que se puede consultar en su web donde propone más medidas y consejos prácticos para proteger nuestro entorno.
1. Apostar por lo clásico
Pelotas, cuerdas o peluches, optar por este tipo de juguetes en lugar de los nuevos dispositivos electrónicos ayuda a reducir el consumo de energía. Hay diversas opciones en el mercado y materiales naturales como madera o cuerda, para evitar los plásticos . También existen tiendas de segunda mano donde poder comprar tanto juguetes como accesorios para las mascotas.
Incluso se pueden fabricar juguetes en casa reutilizando objetos que ya no se utilicen como unos calcetines viejos o unos vaqueros rotos. ¿Cómo? Solo hay que cortar la parte inferior de los vaqueros, enrollarlos y hacerles un nudo. Con los calcetines también se podrá hacer lo mismo y serán el juguete perfecto para el perro. Para los gatos es incluso más fácil, prácticamente cualquier objeto que ruede o haga ruido llamará su atención y le entretendrá.
2. Optar por productos y marcas ecológicas
El mercado ya ofrece opciones de alimentación y champús ecológicos, libres de químicos ; así como comederos y bebederos de acero inoxidable. Además, marcas concienciadas con el cuidado del medio-ambiente, cuentan con envases de pienso 100% biodegradables y tarrinas y latas reciclables, gracias a esto han conseguido ahorrar hasta la fecha más de un millón de bolsas de plástico.
También cuentan con una gama de productos ecológicos y con productos con certificado MSC y ASC, certificados que aseguran el uso de ingredientes provenientes de pesca sostenible y productos del mar cultivados de manera responsable. La arena para gatos contiene productos químicos que son perjudiciales para el medio-ambiente y, a la larga, también son tóxicos para los gatos. Se puede sustituir este tipo de arena por productos sostenibles como gravilla orgánica, bambú, pino o semillas de maíz. Los perros no se quedan atrás, existen bolsas biodegradables para recoger sus excrementos
3. Adoptar, no comprar
Adoptar a una mascota de un refugio -no solo perros, gatos; sino también pequeños roedores y hurones- permite que haya más alimentos, juguetes, cuidado médico y personal para ayudar a otras mascotas necesitadas. No solo se ayuda a la mascota adoptada , sino también al resto de mascotas recogidas. Además, también se evita la propagación de enfermedades de las perreras e incluso de los animales callejeros.
4. Pasear
Compartir vida con una mascota es la excusa idónea para pasear y dejar a un lado el automóvil. Ir al veterinario, hacer recados o ir al parque… son actividades a las que se puede ir caminando o en bici. De esta forma, además de lograr que tanto nosotros como nuestra mascota haga ejercicio, reduciremos la huella medioambiental . Enseñar a los animales a caminar junto a la bicicleta o acostumbrarle a viajar en la cesta de la bici, es una buena fórmula para reducir el uso del coche y por tanto de sus emisiones nocivas.
Por último hay que decir que poniendo en práctica sencillas actividades como estas, es posible compartir y potenciar un estilo de vida ecológico, también a la hora de convivir y cuidar a nuestras mascotas. Todos formamos parte de la naturaleza y juntos debemos cuidarla.