¿Qué es el psiquismo en perros y gatos?

Se entiende por el conjunto de los caracteres psíquicos de un individuo y de los fenómenos relacionados con ellos

AFP

Carmen Aniorte

Los perros y gatos muestran un gran «psiquismo». Se alegran derrochando felicidad a raudales, pero por contra, reaccionan compungidos y hasta parecen frustrados ante castigos, riñas o deseos no cumplidos.

«Su confort psíquico es importante, como veremos a la hora de evitar no sólo disgustos, sino también verdaderas enfermedades de origen psíquico o comportamientos alterados», comenta el veterinario Javier Álvarez de la Villa, del madrileño centro veterinario Víctor de la Serna.

Un primer caso ilustrativo es la « neurodermatitis ». En el caso de los gatos puede aparecer alopecias de gran extensión. Los propietarios observan con incredulidad a su gato que amaneció parcialmente pelado. Una vez eliminadas las causas médicas el veterinario diagnostica dermatitis psicogena felina. ¿Qué ha sucedido? Cualquier motivo puede ser suficiente para desencadenar esta súbita patología; obras en el hogar, cambios de muebles, una nueva mascota , intensas discusiones familiares, un nuevo bebé, fiestas en la zona y una larga lista de motivos más o menos ínfimos. El tratamiento requiere, pues, exclusión de otras patologías , investigación de posibles motivos para restaurar las condiciones de confort ambiental, y en ocasiones con farmacología específica felina en base a neurolepticos y ansiolíticos.

«En perros la situación es similar, pero no idéntica. Suelen responder sus neurodermatitis a situaciones de aburrimiento », comenta Álvarez de la Villa. Sus propietarios, tal vez muy ocupados, se han olvidado de él. De sus paseos, mimos, ejercicio y juegos en el parque. Están tan aburridos, que se lamen las patas como quien se come las uñas, y lo hacen tan insistentemente que generan verdaderas placas alopecicas, engrosadas y enrojecidas. Nuevamente el veterinario hace de médico y también de psicólogo, pues ha de cambiar hábitos además de la pertinente terapia médica.

Falta de apetito y anorexia

Otros gatos dejan de comer. Una situación les molestó en extremo y entran en una peligrosa situación de «anorexia psíquica felina». A veces los dueños se han ausentado incluso 48 horas y la ausencia ha generado el conflicto alimentario . Al llegar, el gato no come, pero suele debilitarse de una manera alarmante. ¿Por qué sucede? El metabolismo felino es delicado. Precisan aminoácidos esenciales para metabolizar sus grasas. Entonces, al no comer, movilizan sus reservas grasas (hasta ahí todo normal), pero a diferencia de otras especies como la humana o la canina, al carecer de dichos a.a. esenciales, la grasa movilizada no será quemada e invadirá el hígado, produciendo la transformación del mismo en un gravísimo «hígado graso». La enfermedad es tan grave, que supone un verdadero desafío vital. «Las medidas veterinarias pueden incluir sondaje nasogastrico o faringogastrico para alimentar artificialmente, además de todo tipo de unidades de apoyo y sostén», comenta Javier Álvarez de la Villa.

En el caso de los perros no muestran este patrón tan grave de anorexia. Pueden estar mucho tiempo sin comer y no mostrar la patología de los gatos, pero sí un gran adelgazamiento. Los perros «tristes» después de vacaciones o por ausencia o pérdida de un ser querido pueden rechazar comer pues no se encuentran con «ánimo». En este caso su tristeza atenta contra el primer principio de la vida que es: No atentar voluntariamente contra la propia supervivencia. «Presumimos» los humanos de ser los únicos capaces de obrar contra nosotros mismos, pues ahora vemos que no. Ellos se entristecen y se alegran con tal intensidad que da lástima y vértigo.

Otro caso es ese gato que parece acecharnos con mirada alocada en sus dilatadas pupilas y su torso curvado, hecho una comba y , de repente, sale disparado y nos «zafa» un tobillo. Incluso nos ha hecho daño, mordido o arañado. Esta es la conducta de acecho y ataque, ¡no hace gracia! y será preciso restaurar con prontitud. Nuevamente investigamos..... «ese perfume, ese mueble que se cambió, ese nuevo inquilino...» y tratamos con neurolepticos, ansiolíticos y medidas de contra condicionamiento.

Ansiedad por separación

Otro caso de psiquismo es el de los Perros que padecen «ansiedad por separación». Se les ha educado en manada y no soportan quedarse solos ni tan siquiera unos minutos. El vecindario se alarma cuando aúllan o ladran sin tregua y , además, en el apogeo de su crisis de ansiedad, «mastican» muebles, papeles y todo aquello que les pueda servir. A la vuelta, el propietario suele reñir y castigar por este comportamiento, lo cual lejos de mejorar empeora la conducta. El perro no comprende que se le riña por «echar de menos», pero al fin respira tranquilo, eso sí al lado de su colérico dueño. Tendremos que reeducar, seguir normas de contra condicionamiento que le devuelvan su autonomía. Además, el empleo de ansiolíticos en casos graves, podría ayudar. Existen muchos más casos que demuestran el psiquismo de nuestros pequeños animales. Por todo ello es necesario educarles y respetarles. Sin duda, se lo merecen.

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