Día contra la leishmaniosis canina: «Combinar la vacuna con collares y pipetas es la solución definitiva para acabar con la enfermedad»

El 1 de junio está marcado en el calendario como el Día para la prevención de las leishmaniosis canina. Coincidiendo con esta fecha ABC ha tenido la oportunidad de poder hablar con Jaime Grego, presidente de Laboratorios LETI

CARMEN ANIORTE

Desde hace seis años, el 1 de junio está marcado en el calendario como el Día para la prevención de las leishmaniosis canina . Una enfermedad que puede afectar a nuestros perros y la clave para erradicarla se encuentra en la prevención.

Esta enfermedad es endémica en España y, con el aumento de las temperaturas, se está extendiendo a regiones donde antes no era frecuente. Las pipetas y collares con repelente del mosquito pueden ayudar; pero la combinación de estas con la vacuna -de periodicidad anual- es la solución definitiva para acabar con esta enfermedad.

Coincidiendo con esta fecha ABC ha tenido la oportunidad de poder hablar con Jaime Grego , presidente de Laboratorios LETI (tras más de 30 años investigación) un equipo de científicos han dado con la solución. ¿Su nombre? LetiFend.

Tras el éxito con los perros, en estos momentos ya están desarrollando la vacuna contra la lesmaniasis humana ya que el parásito también puede afectar a los humanos. Como Jaime Grego nos comenta, se encuentran «ante un desafío social como lograr financiar las vacunas para los pobres entre los pobres- para prevenir esta enfermedad en las personas. Se trata de una enfermedad muy compleja»

¿De qué eficacia podemos estar hablando?

-La vacunación con LetiFend ha demostrado un 72% de eficacia, en un estudio de campo realizado en España y Francia con más de cuatrocientos perros de diversas razas. Este nivel de eficacia es muy alto, especialmente cuando se trata de una vacuna contra una enfermedad parasitaria, como lo es la Leishmaniasis.

¿Es eficiente la vacuna o por el contrario se hace necesario combinarla con o collares y pipetas repelentes de eficacia ya contrastada?

Para maximizar la prevención de la enfermedad, son necesarios la vacuna frente al parásito Leishmania y el repelente del mosquito. El papel de la vacuna es reforzar el sistema inmunitario del perro para que, en el caso de infección por la picadura del mosquito flebótomo que le inocula el parásito Leishmania, el perro esté preparado para desarrollar una respuesta inmune eficaz y evitar el desarrollo de la enfermedad y de sus síntomas. La función de los collares y pipetas que aportan repelentes frente al mosquito es reducir la probabilidad de que pique al perro y le inocule el parásito Leishmania. Por ello, es importante combinar ambas acciones: con los collares y pipetas reducir la probabilidad de la picadura y con la vacuna reforzar la respuesta del sistema inmune del animal en caso de que, pese al repelente, el mosquito pique e infecte al perro.

Antes de vacunar al perro ¿se debe analizar si está infectado con Leishmania?

La vacuna contra la Leishmaniosis canina está diseñada para perros seronegativos. Por consiguiente, antes de vacunar o revacunar al animal, aunque no muestre síntomas de la enfermedad, se debe testar si está infectado y ha desarrollado anticuerpos.

-Muchos propietarios se preocupan siempre, lo cual es lógico, por los posibles efectos secundarios de nuevos productos farmacológicos. A este respecto ¿se puede hablar de una vacuna realmente segura?

-Lógicamente tratándose de vacunas preventivas que se aplican a perros sanos, la seguridad es un factor muy relevante para los propietarios de perros. El perfil de seguridad es altísimo. Además de las pruebas llevadas a cabo antes de someter esta vacuna a la EMA (Agencia Europea del Medicamento), la evidencia posterior resultante de su lanzamiento al mercado confirma dicho perfil de seguridad: ya se han vacunado más de 200.000 perros, y la tolerancia ha sido máxima.

¿Existe alguna contra indicación racial?

-Ninguna. Puede administrarse en perros de cualquier raza y peso.

¿A partir de qué edad se pueden vacunar los cachorros?

-La vacuna se puede administrar a partir de los 6 meses de edad, cuando el cachorro empieza a tener su sistema inmunitario maduro.

¿Se puede administrar la vacuna de la leshmaniosis al mismo tiempo que las otras vacunas, sin que interacciones negativamente con las mismas?

Siempre que se vayan a administrar otras vacunas, es importante espaciar su aplicación, como mínimo 2 semanas, para evitar cualquier interferencia farmacológica.

Los propietarios también están interesados acerca de la pauta vacunal. ¿Es suficiente con una dosis inicial?

-Desde el principio, una única dosis de LetiFend protege al animal durante un año, y crea la inmunidad necesaria para prevenir el desarrollo de la enfermedad.

¿Es necesario revacunar anualmente?

-La re-vacunación anual es indispensable. Si no se administra una nueva dosis, transcurridos doce meses se va perdiendo la inmunidad.

¿Se deberían vacunar animales seropositivos a fin de evitar sucesivas reinfestaciones?

-Aunque la vacunación de animales seropostivos es segura, según demostramos en un amplio estudio de campo, la eficacia de la vacuna ha sido evaluada en perros seronegativos y así debe administrarse.

Finalmente, ¿es un producto satisfactorio desde el punto de vista económico?

- Estamos ante un producto asequible y económico para el propietario de la mascota. Además de que, desde un principio, sólo requiere una dosis anual, teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad, el alto riesgo de contraerla en la Península Ibérica -una zona donde la enfermedad es endémica- y la seguridad y eficacia de la vacuna, es una aportación de alto valor para la salud de los perros.

Sobre la leishmaniosis

El parásito de la Leishmaniosis es endémico en muchas zonas de España y causa serios problemas a las mascotas. Unos análisis de sangre rutinarios, preferentemente durante los meses de invierno, son los más indicados para su detección precoz.Todos los propietarios de mascotas deben ser conscientes de la importancia de controlar la buena salud de sus animales. Hablar de Leishmaniosis son palabras mayores...¿qué es? ¿de qué se trata? Estamos hablando de una enfermedad parasitaria que afecta a la piel, las mucosas y los órganos internos de numerosos mamíferos, incluido el hombre. Está causada por un parásito llamado Leishmania y es transmitida por la picadura de un mosquito denominado Flebotomo, que actúa como vector o foco de la enfermedad. El nombre se lo debe a Sir Boog Leishman, un eminente bacteriólogo y médico al servicio del ejército británico durante gran parte de su vida. Como decimos, el agente transmisor es el Flebotomo.

Se trata de un mosquito de pequeño tamaño -entre dos y tres milímetros de longitud- de color amarillento-pajizo y cuyo cuerpo, incluidas alas y extremidades, se encuentra cubierto por abundantes pelos. Su periodo de actividad comprende los meses de mayo a octubre, aunque estas fechas pueden variar en función de los cambios climáticos. Se caracteriza por su actividad crepuscular y nocturna, siempre que las temperaturas superen entre los 16º y 18º y la lluvia y el viento no estén presentes. Un dato curioso y a tener en cuenta: poseen una gran atracción por la luz y su vuelo es silencioso, a diferencia de otros mosquitos. Sólo las hembras se alimentan de sangre y, por tanto, son las únicas transmisoras de esta enfermedad. Sus lugares favoritos son: madrigueras, cuevas, hendiduras y grietas profundas en el terreno, oquedades en los árboles, vertederos, alcantarillas y aguas estancadas... aunque también pueden vivir, cuando se dan las condiciones favorables para ello, en el interior de las viviendas, sótanos mal ventilados, casas en ruinas y establos.

En nuestro país es muy común y sobre todo en la zona mediterránea, especialmente en verano que es cuando los mosquitos se desarrollan. Los síntomas suelen aparecer meses después de producirse la picadura, suelen ser pérdida de pelo, heridas y lesiones en la piel, falta de apetito, lesiones oculares y todo esto puede ir acompañado de cojeras, anemia y diarreas. Se trata de una enfermedad lenta pero progresiva, siendo las lesiones cutáneas la primera señal que debe poner en alarma al propietario del perro. Por eso la prevención -en forma de vacuna combinado con las pipetas y collares con el repelente del mosquito- es la mejor de las soluciones. A modo de dato podemos decir que en España en la actualidad hay censados 5,5 millones de perros y solo el 3 por ciento se vacuna contra esta enfermedad.

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