Abandonar los excrementos del perro en la calle sale prácticamente gratis en España
De media las multan van de los 60 a los 600 euros, pero durante 2019 solo se pusieron 992 en toda España, según el estudio «Pipper on Tour»
Pipper on Tour acaba de publicar un estudio recabando los datos oficiales de todas las capitales de provincia para de esta manera saber si se está multando a la gente que deja sin recoger las cacas de sus perros en la calle. Este estudio inédito en España viene a demostrar que abandonar los excrementos caninos en la calle sale prácticamente gratis. Además, los ciudadanos también suspenden a los ayuntamientos y les otorgan una nota de 3,6 sobre 10 en limpieza de excrementos caninos. Las sanciones en las capitales no llegan a dos al mes.
Lamentablemente, es una pena, porque al final pagan justos por pecadores. La gente mira mal a los que tienen perro -soy testigo y he vivido la experiencia en bastantes ocasiones y también de muchos que al llamarles la atención por no hacer lo debido he recibido insultos- no todos somos descuidados, cuando solo es una minoría la que no hace sus deberes. Pero claro, esa «minoría» vive en la impunidad, a tenor de los datos que recoge este estudio.
Casi gratis en España
Según los datos facilitados por Pipper On tour en la mayoría de capitales no se impuso más de 10 multas durante 2019 (año que se ha tomado como referencia para realizar el estudio). Málaga y Huelva encabezan este ranking. Mientras que Albacete, Cuenca, Jaén, Lugo, Pontevedra, Tarragona, Teruel y Zamora no multaron a nadie.
La impunidad de los infractores se debe, según los consistorios, a la dificultad que conlleva sorprenderles «in fraganti» no cumpliendo la norma de ir con la bolsita (no como adorno en la correa) y recoger lo que nuestro perro ha hecho. Málaga, que en ese año impuso 262 sanciones, es la única capital que persigue a los infractores analizando el ADN de los excrementos. La impunidad de quienes no cumplen sus deberes cívicos frena la inclusión de perros de compañía en espacios públicos.
Bajísimo nivel de sanciones
Esta falta de diligencia en las sanciones genera gran descontento entre los vecinos. Según el citado estudio realizado con cifras oficiales. Las capitales españolas impusieron una media de 21 multas por este motivo, es decir, no llegaron a 2 al mes. La mayoría de ciudades (31) no puso más de 10 sanciones en todo el año y ocho de los ayuntamientos no registraron una sola denuncia: Albacete, Cuenca, Jaén, Lugo, Pontevedra, Tarragona, Teruel y
Zamora. Esta laxitud municipal en el control de los excrementos genera descontento entre los vecinos que tienen perro, ya que la mayoría cumple con la recogida de los excrementos y ve que la suciedad da una imagen errónea de las mascotas. Además, cuando se pregunta a los ciudadanos por la limpieza de las calles, los ayuntamientos siguen suspendiendo en lo que al rastro de cacas de perros se refiere, con una nota media de 3,6 sobre 10, tal y como refleja el estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2019 sobre este tema. Dicho estudio constata que los excrementos caninos son el factor más influyente en la impresión que tienen los vecinos sobre el grado de suciedad de las calles.
Obligación ciudadana
De las 50 ciudades consultadas, tres de los ayuntamientos (Alicante, Cáceres y Guadalajara) no ofrecieron datos argumentando que no desglosan este tipo de multas. Pero la tónica es la misma que en la mayoría a tenor de estas otras cifras: En 2018, Guadalajara no impuso más de 20 sanciones relacionadas con las heces caninas, según medios locales, y el Ayuntamiento de Cáceres confirmó que había tramitado un total de 30 sanciones por todo tipo de infracciones referidas a mascotas (por llevar suelto al perro, no cumplir la normativa de perros potencialmente peligrosos, no recoger excrementos, etc.).
En este estudio se preguntó a los ayuntamientos de las 50 capitales por las multas impuestas en 2019 y no 2020 al ser este un año especial debido a la pandemia de coronavirus. Respondieron el 94 por ciento de los consistorios (47), que impusieron una media de 21 sanciones. Las únicas dos ciudades que destacan por haber realizado un esfuerzo sancionador son Málaga (262 multas) y Huelva (245). El resto oscila entre 0 y 80 multas, pero hay que resaltar que la mayoría (31 ciudades) no impusieron más de 10 en todo el año o directamente no sancionaron a nadie (caso de estas ocho: Albacete, Cuenca, Jaén, Lugo, Pontevedra, Tarragona, Teruel y Zamora . Por otro lado, algunas ciudades han comenzado en los últimos años a sancionar también cuando el perro orina donde no debe, como Almería, que en 2019 impuso otras 18 multas por esta cuestión o Cádiz (27 denuncias).
Cuantía de las sanciones
La mayor parte de las ordenanzas de las capitales de provincia contemplan sanciones leves para quienes se saltan la norma de recoger los excrementos, con multas que oscilan entre los 60 y los 600 euros, con algunas excepciones como Madrid, donde la norma es algo más dura, con multas de entre 750 y 1.500 euros. De todos los ayuntamientos de capitales de provincia, sólo seis contemplan en sus ordenanzas sanciones por encima de los 500 euros para los dueños de perros que no recojan los excrementos, y las multas no superan en ningún caso los 1.500 euros (Albacete, Badajoz, Cuenca, Gerona, Huelva, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife).
Los responsables de los departamentos de seguridad y medio ambiente de los ayuntamientos consultados por Pipper on Tour se lamentan de que no pueden poner un agente de Policía en cada esquina y, mucho menos, pillar en el momento a los infractores, por lo que estos casi siempre quedan impunes de su falta. Las dos capitales que destacan por el número de multas impuestas en 2019 son Málaga (262) y Huelva (245). Además Málaga es la única capital de provincia que tiene un sistema que le permite sancionar sin necesidad de sorprender al sujeto en el momento de vulnerar la norma (también lo tiene activo otras 26 pequeñas localidades españolas).
Allí, todos los vecinos están obligados a registrar el ADN de su perro en el veterinario, lo que permite al ayuntamiento recoger muestras de excrementos abandonados, analizar su huella genética y multar a los responsables. Esta vía ayuda a acabar con la impunidad de los olvidadizos y les disuade de ensuciar. De las 262 multas impuestas por Málaga en 2019, 74 se tramitaron gracias al censo de ADN, que está en proceso de implantación. Zaragoza también está creando un censo de ADN, pero aún no ha comenzado a usarlo para sancionar. Y Tarragona, que no impuso ninguna multa por abandono de heces en 2019, reguló el censo pero no lo ha desarrollado. Por otra parte, Huelva, atribuye sus 245 multas a dos campañas puntuales que realizó en 2019 tras auditar las zonas de la ciudad más afectadas por la suciedad. Desplegó en ellas agentes de paisano para sancionar a los infractores. Fuentes municipales nadmitieron que cuando se deja de multar vuelven las infracciones.
Campañas de concienciación
Muchos ayuntamientos vienen desarrollando campañas de concienciación y facilitan bolsas para la recogida de las deposiciones caninas, pero los excrementos no terminan de desaparecer de las calles, ya que hay personas que se resisten a cumplir con sus obligaciones cívicas. La mala conducta de una minoría, que se sabe impune, empaña la imagen de las mascotas y entorpece los esfuerzos para que los animales de compañía sean aceptados cada vez en más lugares públicos (transportes, restaurantes, alojamientos…). Por ello, Pipper, el perro influencer , ha unido a mascotas de toda España en una campaña en las redes sociales para reivindicar el civismo y pedir que se sancione a los incumplidores. Más de cien perros de compañía protagonizan un vídeo junto a Pipper con el lema Que nadie ensucie nuestra imagen y los hashtags #YoCumplo y #NiUnaCacaSinMulta.