Freya, la morsa que causa sensación con sus eternas siestas sobre las embarcaciones de Oslo

Simpática y juguetona la joven morsa Freya se divierte subiendo y bajando de las embarcaciones de recreo que están atracadas en el puerto de Kragerø, en el fiordo de Oslo (Noruega). Todas las miradas se fijan en ella, que no es consciente de que con sus más de 600 kilos sus juegos pueden dañar los barcos en los que pasa las horas. Aunque a veces, lo que más le apetece es echarse una siesta. Y con ese desparpajo se ha convertido en la sensación del verano en Noruega, porque con destrozos o sin ellos, la imagen de una morsa durmiendo tranquilamente sobre una lancha durante horas y horas es digna de ver.

A Freya, ya la habían visto en Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, pero decidió quedarse a pasar parte del verano en Noruega. Empezó a hacerse famosa al subirse a embarcaciones de esta pequeña aldea costera del sur, pero también lo hizo en otras ocasiones en las aguas de la capital desde el 17 de julio. La presencia de mamíferos que viven normalmente en latitudes más septentrionales del Ártico despertó la curiosidad de la población local, y suscitó la atención de la prensa. El periódico Verdens Gang se animó incluso transmitir en directo algunos momentos de la vida de Freya.

Sin duda uno de los momentos épicos que captaron las cámaras fueron sus siestas, una morsa puede dormir hasta 20 horas al día. Aunque también la grabaron Freya cazando un pato, atacando a un cisne. Pero en la mayoría de los casos, en las imágenes aparece dormitando en embarcaciones que se hunden bajo su peso.

Para evitar accidentes, más destrozos, se consideró la posibilidad de trasladarla, incluso se barajó sacrificarla si representaba un peligro para la población, pero finalmente las autoridades noruegas dejaron que la naturaleza siguiera su curso. Eso sí, insisten en que es importante mantener la distancia y desaconsejan que la gente vaya a nadar o a hacer actividades deportivas en el agua cerca de Freya.