Los flecos del derecho al olvido oncológico anunciado por Sánchez
Las asociaciones reciben muy positivamente la medida, pero advierten de que no es el único problema al que se enfrentan los supervivientes
Sobrevivir a un cáncer ya no será un obstáculo para contratar un seguro o conseguir una hipoteca en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este sábado en un acto de campaña en Sevilla, tras reunirse con representantes de distintas entidades ligadas a la lucha contra el cáncer, que en junio de este año entrará en vigor el conocido como derecho al olvido oncológico.
Las asociaciones de pacientes llevaban tiempo pidiendo que se legislase para evitar que el haber tenido un cáncer se convierta en una losa en el futuro. La Fundación Josep Carreras puso recientemente esta discriminación sobre la mesa con la publicación del informe 'Jóvenes y leucemia: más allá de sobrevivir', en el que se daban datos como que el 83% de ellos se habían encontrado dificultades para contratar un seguro de vida, el 70% para un seguro de decesos y el 47% para un préstamo, ya que aunque no es obligatorio contratar un seguro de vida para pedir un préstamo o una hipoteca, muchas entidades bancarias lo solicitan o recomiendan como garantía de pago.
Desde la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer también habían detectado que los jóvenes que habían superado un cáncer infantil encontraban muchísimas trabas para contratar un seguro o un préstamo para independizarse. «Se lo denegaban o le ponían condiciones distintas que a las personas que nunca han tenido cáncer. No puede ser que tengas una leucemia con 5 años y con 30 todavía se tengan en cuenta estos antecedentes médicos», explica a ABC el presidente de la entidad, Juan Antonio Roca.
Una petición de la UE
Sánchez se ha adelantado casi dos años a la fecha tope propuesta por el Parlamento Europeo, que, en una resolución de febrero de 2022, marcó 2025 como el año límite para que todos los Estados miembros garantizasen el derecho al olvido a todos los pacientes europeos diez años después del final de su tratamiento y, a más tardar, cinco años después del final del tratamiento cuando el diagnóstico se haya realizado antes de los 18 años. En la misma resolución, el Parlamento Europeo consideraba que las aseguradoras y los bancos no deben tener en cuenta el historial médico de las personas afectadas por el cáncer y apoyaba la promoción de los avances realizados en Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, donde los supervivientes de cáncer ya disfrutan del derecho al olvido. Otros países de Europa ya habían empezado a tramitarlo y ahora se suma nuestro país.
Para ello, el Gobierno impulsará una modificación legislativa con el fin de declarar nulas todas las cláusulas basadas en los antecedentes oncológicos que excluyan o que discriminen a la hora de contratar productos o servicios; prohibir que se puedan tener en cuenta los antecedentes oncológicos del asegurado para imponer condiciones más gravosas en los contratos de seguros; y establecer, por primera vez, el derecho a no declarar que se ha padecido cáncer cuando vayan a contratar un seguro vinculado a un préstamo hipotecario. El requisito para ejercer estos nuevos derechos mejora la propuesta de Europa y será que la persona, con independencia de la edad que tuviera en el momento del diagnóstico, haya finalizado el tratamiento oncológico 5 años antes de la fecha de suscripción del contrato, sin recaída posterior. Este cambio ha sido muy bien recibido por las asociaciones de pacientes, aunque advierten de que este derecho al olvido solo aplica en el plano financiero y de seguros.
Otras discriminaciones
Desde la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer advierten de que también han detectado situaciones discriminatorias para sacar o renovar el carné de conducir. «Se encuentran trabas en todos los aspectos de su vida diaria. Seguiremos trabajando para mejorar en todos los planos, incluso en el laboral», asegura Pilar Frutos, gerente de esta entidad.
Por su parte, la Asociacion Española Contra el Cáncer valora muy positivamente el anuncio, pero recuerdan que el derecho al olvido «no es el único problema al que se enfrentan» los pacientes. Por ejemplo, la pérdida de trabajo, y la cada vez más complicada reinserción laboral, son aspectos críticos para los largos supervivientes. Por ello, proponen incentivar fiscalmente a las empresas que faciliten la vuelta al trabajo, permanencia o acceso a un puesto de trabajo de las personas con cáncer; y la conciliación y flexibilidad laboral de los cuidadores de pacientes oncológicos.