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Como cada año, los alrededores de la Puerta de Carmona se han llenado de numeroso público que, desde primeras horas de la mañana, ha querido coger buen sitio junto a la iglesia de San Esteban para ver la que es, sin duda, la salida más espectacular de la Semana Santa sevillana. La enorme dificultad que supone para los costaleros sacar los dos pasos de la cofradía por la puerta ojival brindan siempre una emoción en el ambiente que se une a la singular belleza del Señor de la Salud, talla anónima del siglo XVI, y al palio de la Virgen de los Desamparados.