¿Por qué no debes tirar pelos al váter?
Cada día sufrimos de media la perdida de 50 a 150 cabellos, sin embargo no los deshechamos correctamente, lo que puede producir problemas en nuestros hogares y en el medio ambiente
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En nuestro día a día, mientras nos duchamos o nos peinamos, todos sufrimos la pérdida de cabello. Y aunque es un tema que preocupa a la gran mayoría de la población, es un proceso natural, sobre todo durante el otoño. Sin embargo, debemos tener cuidado, ya que la gestión de este residuo debe realizarse de una determinada manera para deshecharlo de manera sostenible y evitar problemas en nuestros hogares y vertederos.
Lo cierto, es que nuestro cabello está en continua regeneración, razón por la cual los pelos con los que nacemos no son los mismos que tenemos en la actualidad. Según varios estudios, cada pelo vive una media de 2 a 6 años y pasa por tres fases, conocidas como ciclo de vida capilar: crecimiento, estancamiento y caída. Aunque es complicado realizar una media, se calcula que una persona tiene unos cien mil pelos, y cada día perdemos de 50 a 150 cabellos, así que es normal que al peinarnos muchos de nuestros pelos se queden en el cepillo.
El problema surge cuando lo tiramos al váter, ya que esto puede producir varios problemas en las tuberías de nuestros hogares, produciendo un gran atasco en el bote sifónico o en la válvula del desagüe.
Por otro lado, según la Agencia de Medio Ambiente, la industria peluquera produce cada año casi 400 millones de toneladas de residuos, de los cuales 150 millones llegan a nuestros vertederos. Razón por la que el reciclaje se posiciona como la única solución eficaz para el tratamiento de este residuo. Siendo de vital importancia conocer cómo debemos deshacernos de este tipo de deshecho.
¿Cómo desechar el pelo correctamente?
El cabello humano se puede reutilizar como abono, ya que es un desecho orgánico. Después de ser desechado en un contenedor especial, se puede redirigir a las granjas y utilizarse para agregar nutrientes al suelo. Para ello, deberemos colocar un contenedor orgánico en el que exclusivamente tiraremos los desechos del cabello, para luego llévarlo a un centro cerca de nuestro lugar de residencia que admita este tipo de residuos, favoreciendo así al medio ambiente y disminuyendo nuestra huella en el planeta.
Utilización de cabello para mitigar el daño de los derrames de petróleo
La idea de utilizar pelo humano y de otros mamíferos como solución al daño que producen los accidentes petrolíferos en nuestros mares, surgió a finales de la década de 1980 en los Estados Unidos. Según la historia oficial, el peluquero Phil McCrory se encontraba en su casa de Alabama viendo por televisión el desastre producido por las 41 toneladas de petróleo vertido por el buque Exxon Valdéz en las costas de Alaska, el 24 de marzo de 1989. En ese momento, McCrory advirtió como el aceite quedaba adherido al pelo de una nutria marina y se le ocurrió que la capacidad de absorción del pelo era el responsable del agua limpia alrededor del animal y que, por tanto, podría servir para paliar los efectos del desastre.
Teoría que se puso en práctica en agosto de 2020, en las playas de la Isla Mauricio para mitigar el daño causado por las mil toneladas de petróleo vertido por el barco japonés Wakashio, el 25 de julio de ese mismo año.
