El conmovedor gesto del Papa con una pareja que anoche perdió a su hija de cinco años

Francisco ya bendijo a la pequeña en 2019, durante una visita a una parroquia de Roma

El Papa recibe el alta tras su ingreso hospitalario: «Estoy vivo todavía»

El Papa abraza a la madre, Serena, tras abandonar hoy el hospital Gemelli de Roma Efe

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en El Vaticano

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El dolor les ha dado la audacia de abrirse paso entre la marea de periodistas y guardaespaldas que rodeaban esta mañana al Papa Francisco a la salida del hospital policlínico Gemelli de Roma.

Francisco acababa de dar las gracias a los médicos y a los medios de comunicación por la atención que ha recibido estos días, y ya estaba subiendo de nuevo en el Fiat 500 rumbo al Vaticano, cuando uno de sus colaboradores le ha detenido: «Esta pareja ha perdido esta noche a su hija». No han hecho falta más palabras.

Francisco ha abrazado inmediatamente a la madre, Serena, que no podía contener las lágrimas. Le ha besado tomado las manos. Luego se ha acercado a su padre, Mattia. «Usted ya conoció a nuestra hija, cuando visitó la parroquia de Casalbertone», le ha recordado éste conmovido.

Efectivamente, en junio de 2019, Francisco visitó la parroquia de «Santa Maria Consolatrice» durante la fiesta del Corpus Christi y allí conoció a la pequeña Angelica. Entonces, sus padres le contaron que tenía una enfermedad genética y el Pontífice la tomó en brazos, la besó y la bendijo.

Este viernes, a las 21.30 horas, esta niña de cinco años ha fallecido en el Hospital Policlínico Gemelli, precisamente mientras el Papa se recuperaba de la bronquitis infecciosa.

Ha sido la peor noche de la vida de Mattia y Serena. Esta mañana, algo más que la casualidad ha hecho que se cruzaran con el Papa Francisco, quien ha intentado consolarlos. Les ha abrazado, les ha tomado las manos y ha rezado con ellos. Luego, conmovido, les ha hecho una señal de la cruz en la frente, les ha regalado un rosario y les ha despedido.

Antes de regresar a su casa, el Pontífice se ha detenido en la basílica de Santa María la Mayor, para rezar ante la imagen de la patrona de Roma. Según su portavoz, ha rezado «por todos los enfermos y por quienes sufren por la enfermedad o la pérdida de un ser querido». Pensaba seguramente en Angelica, Serena y Mattia.

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