Los animalistas dudan de que las cámaras de vigilancia en los mataderos sirvan para mejorar el bienestar de los animales
Aunque creen que la norma es «un primer paso», denuncian que presenta «puntos débiles»

De primeras, que se quiera regular la forma en la que se trata a los animales en los mataderos a través de un real decreto suena bien para las organizaciones animalistas que trabajan para acabar con el maltrato animal. Sin embargo, al adentrarse en ... la norma y leer la letra pequeña, las impresiones cambian, hasta el punto de que los animalistas denunciaron este martes que el decreto impulsado por el Ministerio de Consumo consta de «puntos débiles» que se consideran imprescindibles para el control del bienestar animal en los mataderos.
«Es débil todo lo que se refiere al tratamiento de las imágenes», sentencia Guillermo Moreno, director de la organización Equalia, que hace hincapié en que el visionado de las grabaciones será responsabilidad de un operador que trabaje para el matadero, es decir, en la propia empresa, en lugar de encargarse a un organismo independiente que proceda a su revisión.
Moreno lamenta que, pese a ser consciente de que en algunos mataderos se llevan a cabo prácticas irregulares —Equalia ha sacado a la luz en varias ocasiones vídeos que así lo demuestran—, el Gobierno establezca en este proyecto de real decreto que el visionado de las imágenes recaiga en el operador del matadero «y no en el servicio de veterinarios oficiales de cada comunidad autónoma».
De esta manera, considera el director de Equalia, el matadero es el único que tiene acceso a esas imágenes, por lo que si lleva a cabo prácticas que no busquen el bienestar de los animales, nadie de fuera de la empresa se percatará de ello. Es decir, la situación será la misma con cámaras que sin ellas, pues en principio no hay obligación de que esas imágenes sean revisadas por inspectores. El único deber, explica Moreno, reside en la grabación de las imágenes, pero lo que ocurra luego con el visionado de las mismas es cosa exclusivamente del matadero. En este sentido, lamenta también que no se especifique «un procedimiento exhaustivo del revisado de las imágenes en lo que se refiere a la periodicidad y el tiempo de visionado de las mismas«.
Aun así, Equalia cree que el proyecto va «en la buena dirección» y es «un primer paso» para mejorar el bienestar de los animales en España. Sin embargo, Moreno denuncia que queda mucho trabajo por hacer. «Es un paso adelante, pero todavía hay muchísimo margen de mejora en los mataderos, sobre todo mientras se sigan permitiendo prácticas que menoscaban el bienestar animal, como el sacrificio halal -método por el que se sacrifica a los animales mediante un corte en la garganta-, que se sigue aplicando actualmente», critica.
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