Vuelven los candados del amor a los puentes de París
Nueve meses después de que fueran prohibidos, los candados han vuelto a uno de los puentes más famosos de la capital, el Pont Neuf
Prohibidos y destruidos por decisión de la alcaldesa de París, hace poco menos de un año, los candados de amor han vuelto a uno de los puentes más antiguos y famosos de la capital, el Pont Neuf.
Tras varios años de amenazas y polémicas, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, tomó el mes de mayo de 2015 la decisión «irrevocable» de prohibir los candados de amor en los puentes de París, ya que, a su modo de ver, amenazaban la frágil pasarela del Pont des Arts .
Y, de la noche a la mañana, millares de candados de amor atados a la pasarela fueron cortados y destruidos. A juicio de la alcaldía, la acumulación de millares de mensajes de amor, atados con candados a la pasarela de un puente eran una amenaza.
Siguieron semanas y meses de iniciativas y polémicas. La alcaldía de la capital «cerró» con un una malla metálica la pasarela del Pont des Arts. Nueve meses más tarde, los candados de amor han vuelto a otro lugar célebre, la plazoleta que se encuentra a mitad del Pont Neuf, un puente construido a finales del siglo XVI, declarado monumento histórico-nacional en 1889, inscrito en el patrimonio mundial de la Unesco en 1991.
Desterrados por orden municipal del Pont des Arts, para reinstalarse nueve meses más tarde en el Pont Neuf, los candados de amor han ganado en perspectiva. La pasarela del Pont des Arts es un espacio simpático. Pero la perspectiva del Pont Neuf es mucho más grandilocuente. Al fondo, el Louvre. En primer plano, una estatua ecuestre de Henri IV (el rey de Francia a quien se atribuye una frase legendaria «París bien vale una misa»). Alrededor de una pequeña plaza de tránsito… millares de enamorados han comenzado a atar sus candados de amor, de nuevo.
Media docena de vendedores de origen norteamericano, ofrecen a los turistas candados a un precio más o menos asequible , entre 10 y 20 euros. Los servicios de seguridad intentan evitar ese tráfico de candados, intentan evitar que los enamorados hagan de las suyas. En vano. Los candados de amor han vuelto. Y nadie sabe como ha sido.