Los veterinarios dicen que los controles a los que se someten las empresas en Andalucía son «insuficientes»
El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Luis Alberto Cano ha apostado por controlar, «como mínimo anualmente» a las empresas de la industria alimentaria como Magrudis, involucrada en el brote de listeriosis que afecta a España y que ya se ha cobrado. Además, pidió que se introduzcan «controles eficientes» a las empresas privadas que contratan empresas como Magrudis para que le hagan los análisis de autocontrol
El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Luis Alberto Cano ha apostado por controlar, «como mínimo anualmente» a las empresas de la industria alimentaria, que además distribuyen sus productos a nivel nacional y pueden vender a Europa, como Magrudis, involucrada en el brote de listeriosis que afecta a España y que ha provacado cinco abortos y la muerte de tres adultos.
«Una empresa de esta índole que trabaja con productos alimenticios susceptibles de ser contaminados y que, además, tiene un ámbito nacional y por tanto puede vender a la comunidad europea, deberiera pasar una inspección sanitaria y una auditoría de autocontrol como mínimo anualmente », dijo este viernes en una rueda de prensa convocada en Madrid.
Calvo recordó que si bien las empresas alimentarias se rigen por una legislación europea, «en las trasposiciones hay diferencias, y si en el caso de Andalucía, se hace una inspección cada 18 meses me parece insuficiente, aunque no quiere decir que no cumplan la normativa». Así, citó el ejemplo de Castilla y León, comunidad en la que los controles son cada 12 meses.
A nivel nacional, explicó Calvo, las empresas de la industria alimentaria se someten a dos tipos de inspecciones: una general de higiene que la hace un veterinario, un inspector de Sanidad, sin avisar y en la que comprueba todos los elementos de la industria , empezando por los estructurales (como los suelos, las paredes, las puertas, etc), el material y el utillaje (como las mesas, los cuchillos, etc) y el factor humano (que las prácticas higiénicas sean correctas y se utilice una ropa adecuada, por ejemplo).
Por otro lado, se realizan auditorías del sistema de autocontrol, que también las hace un veterinario y que en las que se comprueba in situ que la empresa cumple con todo lo que su propio sistema de autocontrol describe en su protocolo. y en el que se describen, entre otras cosas, la toma de muestras, las analíticas, etc. que la empresa hace apoyada en laboratorios privados externos. Calvo reclamó en este sentido que también se introduzcan « controles eficientes en todas las empresas privadas encargadas de hacer los análisis de autocontrol en las industrias exigidos por las administraciones públicas sanitarias».
Calvo señaló que es «muy improbable» que el fallo haya recaído en la inspección realizada por los veterinarios. «Es improbable que a un veterinario se le pase por alto cualquier defecto estructural, que sea visible y observable. Por supuesto, los controles que son a nivel laboratorio, se hacen en base a un documento», explicó.
Unificar la legislación
Por otra parte, el representante de los veterinarios, señaló que si quieren minimizar estos brotes « hay tres medidas fundamentales que tomar con urgencia ». En primer lugar, Calvo recordó que los veterinarios son los únicos facultativos que se dedican en exclusiva a la prevención y no a la medicina asistencial, «por lo que sería importante integrar los sistemas veterinarios dentro del Sistema Nacional de Salud. De esta forma, en el momento de producirse un problema, todos los facultativos sanitarios sabrían quién es el encargado de hacer los controles».
Por otro lado, pidió unificar criterios en todas las legislaciones de España a nivel municipal, autonómico y nacional. «No es muy lógico que en la provincia de Sevilla, por ejemplo, tengan competencia en la inspección de industrias de ámbito nacional y comunitario los veterinarios municipales, y en otras comunidades sean una competencia exclusivamente autonómica. No quiere decir que los veterinarios de Sevilla no estén bien preparados».
Por último, Calvo señaló que el «sistema funciona bien» y que España « es uno de los países que tiene mejores niveles de control sanitario ». «A partir del gravísimo de las vacas locas se hizo una profunda revisión legislativa y organizativa en la Unión Europea y esto nos situó como el entorno más exigente en materia de seguridad alimentaria a nivel mundial».
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