Varias comunidades almacenan remanentes de vacuna como «reserva de seguridad»
Andalucía, Galicia, País Vasco y Castilla y León quisieron ser previsoras ante la segunda dosis
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Cada autonomía reaccionó con mayor o menor previsión y planificación al anuncio de Salvador Illa de que el día 27 de diciembre comenzaba el plan nacional de vacunación. Con estrategias y refuerzo de personal bastante dispares, algunas optaron por decisión propia por guardar un remanente de la primera remesa de viales, que llegaron ese mismo día 27 y luego, con más o menos fortuna, fueron distribuyéndose en todo el país. El pasado lunes, el ministro de Sanidad afirmó en el Palacio de La Moncloa que, superados los primeros problemas logísticos, el Gobierno recibiría ya con una cadencia semanal las 360.000 dosis que le corresponden, dentro del reparto fijado por la Comisión Europea entre países. Aun así, algunas comunidades no se acaban de fiar y, cara a inocular la segunda dosis en 21 días al personal ya vacunado, almacenan como stock parte de las vacunas que les llegaron.
Así lo hicieron, por ejemplo, Galicia, Castilla y León, Andalucía y País Vasco en una cantidad que llega a superar el 60% en el caso de la Junta presidida por Juanma Moreno. El consejero andaluz de Sanidad, Jesús Aguirre, fue quien comentó el remanente que almacenaban como «reserva de seguridad». Hasta el pasado domingo, 26.464 andaluces se habían puesto la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el Covid-19 en 185 residencias de mayores, afirmó Aguirre, quien matizó al Ministerio de Illa que se habían utilizado el 37%de las 71.065 dosis entregadas a la comunidad hasta el domingo, informa A. R. Vega.
Reserva estratégica
¿Qué sucede con el 62,6% de dosis que no se han inyectado todavía? El consejero explicó que forman parte del cupo de vacunas que se reserva por «si hay una ruptura de estocaje, como pasó en la primera entrega». Se trata de «un volumen de seguridad» para tener garantizada la segunda dosis de las personas que se han puesto la primera por si existiese un problema en la cadena de abastecimiento. Las vacunas se almacenan en ultracongeladores a temperaturas de -60 a -90 ºC en los centros logísticos. El tiempo máximo de almacenamiento es de seis meses.
En el caso de Castilla y León, Francisco Igea , reveló el 4 de enero que esta autonomía había decidido acumular la mitad de las dosis que llegaban a la comunidad en aras de «garantizar» la segunda dosis que se debe inocular a los 21 días. Lo hizo durante la primera semana «por si acaso», dijo. Ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado , después de que en el Consejo Interterritorial de Salud del lunes se garantizase contar con «dosis suficientes» para llevar a cabo la campaña, anunció que no reservará la mitad para llegar a más población diana del primer colectivo al que ya se estaban inyectando, residentes y sus cuidadores. Ya se ha vacunado a 16.458 personas con las 25.350 primeras dosis del medicamento, informa I. Jimeno.
El Gobierno de Iñigo Urkullu hizo lo propio con la mitad de los viales, informa A. Mateos. «El objetivo –dijo la consejera Gotzone Sagardui– es mantener una reserva estratégica para garantizar que, en caso de problemas de suministro, no haya personas que habiendo recibido la primera dosis, no puedan tener la segunda, como prevén las especificaciones de la vacuna», incidió. Y Alberto Núñez Feijóo enfatizó en una entrevista en Cope que guardan el 30% de las vacunas en una autonomía que hasta el momento no ha encontrado trabas para administrar las dosis, informa J. L. Jiménez.