Vallejo Balda insiste en que se sentía muy amenazado por Francesca Chaouqui

Había dado credibilidad a un mensaje: «Te destruiré ante todos los periodistas, y sabes que puedo hacerlo»

La relaciones públicas Francesca Chaouqui, ayer, a la salida del juicio EFE

JUAN VICENTE BOO

En un segundo día de interrogatorios a el secretario de la Oficina del Revisor de Cuentas del Vaticano, Lucio Ángel Vallejo Ba lda , el proceso ante el Tribunal del Vaticano por el robo de documentos económicos confidenciales ha sacado a la luz el martes que el sacerdote riojano se sentía muy amenazado por la relaciones públicas italiana Francesca Chaouqui , quien había formado parte de una comisión de reforma de las estructuras económicas (COSEA) durante sus diez meses de existencia entre julio del 2013 y mayo del 2014.

Vallejo Balda, que respondió a preguntas de los fiscales y de los abogados de los otros cuatro encausados, se refirió a un mensaje de Whatsapp de Chaouqui de contenido muy explícito: « Te destruiré delante de todos los periodistas, y sabes que puedo hacerlo».

Comentó también que había detectado que alguien, quizá un investigador privado , estaba reuniendo datos personales suyos a base de preguntar en el registro civil de su pueblo natal y en otros lugares, e insistió en que tanto la relaciones publicas italiana como el periodista Gianluigi Nuzzi , al que entregó los documentos confidenciales del Vaticano, conocían mucha información personal suya.

Según Vallejo Balda, «Francesca Chaouqui tenía información no sólo de los dos periodistas (Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi , coencausados en el proceso) sino también de otros, y además presumía de tener mucha información sobre mi situación económica , familiar, mis bienes, y mis eventuales problemas con hacienda».

Errores de juicio

En conjunto, los comentarios del autor confeso de la entrega de los documentos confidenciales revelaban una excesiva credulidad, continuos errores de juicio ante las situaciones y una tendencia continua a tomar decisiones equivocadas .

Aunque afirmó ante el Tribunal que «para mí, entregar esos documentos (al periodista Gianluigi Nuzzi ) era un modo de pagar por mi libertad», no aportó ningún argumento que lo justificase.

Al mismo tiempo que se dejaba intimidar por esas personas, Vallejo Balda formó, en mayo del 2015, un extraño grupo de trabajo con Francesca Chaouqui, que había dejado de colaborar con el Vaticano un año antes, con su marido Corrado Lanino, que había trabajado también para la comisión como técnico informático, y con un ayudante administrativo, Nicola Maio, también encausado.

Durante algún tiempo, reunieron datos que encontraban en Internet sobre otros miembros de la comisión investigadora que, a diferencia de Francesca Chaouqui y Vallejo Balda, sí habían pasado a formar parte de la nueva estructura del Consejo de Economía y la Secretaría de Economía del Vaticano.

Comportamientos delictivos

El sacerdote español afirmó haber creado ese curioso equipo porque, «al término del trabajo de la COSEA he recibido información que me preocupaba. Me sentí en la obligación de informar a mis superiores».

Relató haber informado directamente al Papa quien, según otras fuentes, le aconsejó informar al cardenal australiano George Pell, secretario de Economía, la persona competente para resolver eventuales problemas. Pero también la persona que le había dejado fuera del nuevo equipo. A partir de ese momento, su caída en comportamientos delictivos se aceleró, hasta su arresto el uno de noviembre del 2015.

Las audiciones continuaran este viernes y la próxima semana, con interrogatorio de los otros acusados.

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