Las vacunas frente al ébola: una solución llena de desafíos
Uganda pondrá en marcha una campaña con una vacuna que no se usó en ningún brote. Convive con otra desarrollada por Merck que genera problemas logísticos al tener que conservarse a -60ºC. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud, no solo recomienda nuevas vacunas sino también cambiar la estrategia de vacunación realizada hasta ahora
Uganda se declaró libre de ébola tras 42 días sin nuevos casos el pasado 25 de julio. Los casos provenían de su país vecino, República Democrática del Congo, en el que esta enfermedad ya se ha cobrado más de 1.800 vidas, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad del país.
Pese a las buenas noticias, las autoridades ugandesas han decidido empezar una nueva prueba con una vacuna contra el ébola teniendo en cuenta que el brote s igue sin haberse podido controlar en el país vecino , a lo que se suman los cientos de kilómetros de frontera que estos países comparten.
La vacuna tiene un nombre impronunciable: Ad26.ZEBOV/ MVA-BN, ha sido desarrollada por Johnson&Johnson y se aplicará «a 800 personas, principalmente trabajadores sanitarios», según señaló Pontiano Kaleebu , en declaraciones a la cadena británica BBC.
La principal novedad es que esta vacuna será usada por primera vez. «Nunca se ha probado en un contexto epidémico, aunque ha dado buenos resultados cuando se probó en aproximadamente 6.500 personas que mostraron buena tolerancia, efectos secundarios bajos y un aumento de la inmunización no muy diferente al de la vacuna usada actualmente», señaló a ABC Natalie Roberts , responsable del programa de vacunación de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Goma (RDC).
La vacuna empleada (rVSV-ZEBOV-GP), diseñada por Merck (MSD, en España) y que sí se ha usado en anteriores brotes. Sin embargo, la que ahora se empleará en Uganda también ha sido recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque para el brote de RDC y en los casos de menor riesgo . En un documento elaborado por el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la OMS del pasado mes de mayo, se instaba a «revisar la estrategia de vacunación» y a incluir la nueva vacuna.
La vacunación «en anillo»
En el citado documento, la OMS plantea nuevas formas de vacunación (emergente, geográfica...) y también propone ampliar la conocida como vacunación «en anillo» . Esta funciona de la siguiente manera: se identifica un caso y, posteriormente, se localiza a todas aquellas personas que estuvieron en contacto con dicho caso y se aplica la vacuna a los contactos de esos contactos. La idea de la OMS es ajustar la población que es objetivo de la vacunación de manera que ahora se incluyan a más contactos.
El problema que tiene este tipo de vacunación en anillo es, para Médicos Sin Fronteras, que no llega a todos los que tiene que llegar . «Existen lagunas serias en el rastreo de contactos: cuando no se conocen o se hace un seguimiento de los contactos de los pacientes con ébola, muchas personas que deberían ser vacunadas no lo son. Esto hace que la estrategia sea ineficaz, independientemente de cuán efectiva sea la vacuna de Merck. La estrategia de vacunación actual no está funcionando y necesitamos expandir urgentemente la cantidad de personas que están vacunadas », advirtió Natalie Roberts.
Otros desafíos de cara a la vacunación es que no se sabe exactamente cuántas dosis (de la vacuna de Merck) habrá disponibles en RDC para los próximos meses: «Se lo hemos preguntado a la OMS y a Merck y si no hay suficientes dosis habrá que permitir la introducción de una segunda vacuna en investigación lo antes posible». Otro problema es que tiene que ser conservada a -60ºC y, por último, que también hay que hacerle entender a la comunidad «por qué para ellos se usa una vacuna y no otra», añadió Roberts.
En cualquier caso, se use la que se use, Médicos Sin Fronteras apuesta por aumentar la vacunación: «Si se expande el número de personas en riesgo que son vacunadas, habrá una significativa mejora de la situación».
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