Los universitarios británicos, abocados a pagar sus préstamos en cuarenta años

El Gobierno de Boris Johnson espera que la cantidad de estudiantes que devuelvan el dinero en su totalidad pase del 23% al 52%

El primer ministro británico, Boris Johnson AFP
Ivannia Salazar

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Cuarenta años, más de lo que se tarda en pagar la hipoteca más habitual en España, es lo que tardarán los estudiantes universitarios británicos en pagar los préstamos para hacer frente a sus carreras, de acuerdo con un paquete de reformas anunciado por el Gobierno y cuya meta es, según el ministro de Educación, Nadhim Zahawi, «crear un sistema más justo tanto para los estudiantes como para los contribuyentes». Precisamente uno de los cambios más relevantes es, detallaron fuentes del Ejecutivo, que «el plazo de pago de los préstamos para estudiantes se extenderá a 40 años (actualmente es de 30) para los nuevos prestatarios a partir de septiembre de 2023, para garantizar que más estudiantes paguen su préstamo en su totalidad, teniendo en cuenta el hecho de que las personas ahora trabajan y ganan (su sueldo) durante más tiempo» de vida.

En Reino Unido, los universitarios pueden pedir un préstamo y empezar a pagarlo solo una vez que alcancen un salario mínimo de 27.295 libras esterlinas (unos 32.500 euros), un umbral que se reducirá hasta las 25.000 libras (29.800 euros) a partir de la misma fecha, cuando entrarán en vigor todos los cambios. A partir de ese momento, los graduados deben usar el 9% de sus ingresos para devolver el dinero . Eso sí, quienes no ganan el sueldo mínimo estipulado no tienen que hacerlo. Actualmente, el estudiante promedio se gradúa con una deuda de 50.000 libras .

La polémica reforma tiene el apoyo de quienes defienden que el sistema está bajo presión porque muchos graduados subsidiados por los contribuyentes no pagan la totalidad del valor de su título , pero también hay detractores. Mientras el Gobierno del primer ministro Boris Johnson espera que la cantidad de estudiantes que paguen su préstamo en su totalidad pase del 23% al 52 %, esto provocará que muchos graduados paguen su título hasta su jubilación, con 60 años o más. Fuentes del ministerio puntualizaron que los cambios «garantizarían que en el futuro los graduados no paguen más de lo que pidieron prestado en términos reales», ya que además las tasas de interés de los préstamos estudiantiles se reducirán drásticamente para los nuevos prestatarios.

Expertos como Martin Lewis, fundador de MoneySavingExpert.com, no lo ven tan claro. En declaraciones al diario ‘The Guardian’, Lewis advirtió que «la mayoría de los que terminen la universidad pagarán miles de libras más por sus títulos a lo largo de su vida que lo que pagan ahora» lo que en la práctica se convertirá «en un impuesto de posgrado de por vida» para la mayor parte de los estudiantes.

También el Instituto de Estudios Fiscales, (IFS por sus siglas en inglés), consideró que las personas con los ingresos más altos «se beneficiarán sustancialmente» de estos cambios, que sin embargo serán perjudiciales para las personas de las clases más desfavorecidas, mientras que la organización Save the Student, que brinda asesoramiento gratuito a los estudiantes, calificó los cambios como «entre los más regresivos hasta el momento».

Un análisis de la plataforma de inversión AJ Bell para el periódico ‘The Times’ concluyó que «un graduado que obtuvo un préstamo de 45.000 libras y luego consigue un trabajo con un salario inicial de 24.000 libras, con un aumento del 2% cada año, pagaría 47.000 libras con el sistema actual, pero pagará 101.000 libras con las nuevas reformas ».

Estos planes forman parte de la respuesta del Gobierno de Johnson a la primera gran revisión sobre la educación superior en Reino Unido ordenada desde 1963, y dirigida por el ex corredor de bolsa Philip Augar. Un informe publicado por la Biblioteca de la Cámara de los Comunes en diciembre desveló que se prestan alrededor de 20.000 millones de libras cada año a 1,5 millones de estudiantes de educación superior solo en Inglaterra. El valor de los préstamos pendientes a finales de marzo del año pasado era de 160.000 millones de libras esterlinas.

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