El Tribunal Europeo condena a Portugal por retirarle a una mujer la custodia de sus gemelos durante 10 años
Una simple llamada anónima basta en el país vecino para que se considere no apta a una madre y le quiten a los pequeños
Los diez años de calvario personal y judicial de una mujer portuguesa de 52 años han llegado a su final, gracias a la intervención del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Su vida cambió de la noche a la mañana un día negro de 2011, cuando se separó de su compañero sentimental con dos niños gemelos de cuatro meses y el individuo la puso literalmente de patitas en la calle, sin tener en cuenta que estaba sin trabajo.
Bastante sufría ya Anabela Caratao cuando, encima, una llamada anónima a SOS Infancia sirvió para denunciarla y para que el Estado portugués le quitase a los pequeños, pues en el país vecino resulta suficiente una queja telefónica con supuestos argumentos en contra para retirar una custodia.
Es la última vez (hasta hoy) que la protagonista de esta historia real vio a solas a los menores, que fueron separados y crecieron sin jugar siquiera juntos. Uno se lo entregaron a una hermana del padre y el otro a la hija mayor de la propia Anabela.
Ahora la sentencia del Tribunal Europeo condena al Estado lusitano a pagar 15.000 euros a esta madre rota y a restituirle inmediatamente la tutela de los niños.
«Es un error irreparable porque no volví a ver a mis hijos sola con ellos. Me permitían verlos en algunas ocasiones, pero siempre se trataba de visitas supervisadas. Yo, sin embargo, nunca desistí de ejercer como la madre que soy», ha declarado.
La violencia doméstica que casi la anuló como persona se prolongó así durante esta década , en diferentes formas. Hasta el punto de que ella solía pintar lienzos para expresarse y desahogarse, pero el último de ellos lo terminó justo cuando arrancó su sufrimiento. «Para pintar, hay que estar bien interiormente. Y yo nunca más conseguí ese sosiego. De modo que dejé de pintar en el mismo instante en que me arrebataron a mis hijos», dice Caratao.
En teoría, la retirada de la custodia iba a ser temporal , pero en la práctica se fue renovando hasta contemplar esa década que atormenta su memoria.
Se le practicaron sucesivos tests forenses con el objetivo de determinar si se la podía calificar como apta para criar a los gemelos… y en todos dio muestras de que estaba perfectamente capacitada. Igualmente, consiguió trabajo y casa, de manera que nada habría impedido que el Estado le devolviese a los niños.
Este caso es muy conocido en Portugal porque ha sido objeto de varios programas en televisión que han abordado el asunto. Hoy por fin respira la mujer, aunque esos diez años desprovista de los gemelos ya no se los devuelve nadie.