Tras el éxito de 'Coda 2021'
El talento sobre los escenarios irrumpe desde el silencio
La oscarizada ‘Coda 2021’ fue un revulsivo para los artistas sordos, que vieron por primera vez cómo la cuota de talento infrarrepresentado en la industria subía a las tablas y signaba: «Ahora es nuestro momento»
Así fue el emotivo discurso del actor sordo Troy Kotsur
Lo que la película Campeones ha hecho por la discapacidad
El personaje al que da vida en la recién oscarizada ‘Coda 2021’ el actor sordo Troy Kotsur , también laureado por Hollywood hace una semana, no puede desempeñar faenas en su barco pesquero sin contar con un oyente a bordo. En la vida real, a Kotsur le han venido a exigir lo mismo para desarrollar su carrera cinematográfica pese a su enorme talento interpretativo. La razón es única: es sordo. Así que durante años se le cerraba puerta tras puerta a la espera de que hubiese nuevos directores dispuestos a trabajar con un actor de su ingenio, pero sordo. «¿Acaso alguien le preguntó a él si estaba listo para trabajar con actores oyentes?», se cuestiona Concha Díaz , presidenta de la Confederación Nacional de Sordos en España (CNSE), quien resume que el secreto no está en pensar en las personas sordas con una perspectiva limitadora, sino enriquecedora o inclusiva. Como confesó el propio Kotsur, premio de la academia a la mejor interpretación de reparto, «como actor sordo puedo conducir, cocinar, tener escenas de sexo, puedo hacerlo todo. La única barrera está en la comunicación y eso puede solventarse fácilmente».
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El éxito de ‘Coda 2021’, versión de la cinta francesa ‘La familia Belier’, se debe al tono de comicidad con que aborda los problemas de una familia sorda con una adolescente oyente, Ruby, que debe enfrentar el reto adicional de crecer con unos padres sordos. Ella es la única oyente; y ella canta, así que oírla sería un regalo para sus progenitores. El mismo regalo que tienen los padres de los actores de la compañía de teatro ‘El Grito’, o de la actriz Ángela Ibáñez Castaño , todos sordos. ‘ El Grito’ lleva desde 1998 atacando a la grada con sus brillantes actuaciones, en lengua de signos y actores de doblaje sentados en las butacas del público para hacer llegar en lengua castellana la lengua de signos española (porque no es universal) que se interpreta en las tablas. Se hace de manera simultánea.
Una de sus ocho socios, Carmen Blanco , responde a este periódico sobre el arte a raudales que hay en el colectivo, tal vez por sus mayores ganas de hacerse oír. «Actualmente hay directores sordos que hacen cortometrajes muy interesantes –comenta, y prueba de ello es la también nominación al Óscar de ‘Audible’–. Tenemos muchísimo talento para actuar, además lo hacemos de forma voluntaria, porque nos fascina el escenario , y damos diversión al público sordo, ya que éste tiene pocos sitios donde disfrutar de su ocio, no hay accesibilidad para este colectivo. Si hiciéramos películas en lengua de signos, con subtítulos para oyentes, ¿serían capaces de disfrutar de la película? Hagan la prueba». Blanco agrega que hoy por hoy el mundo artístico «está muy cerrado para el colectivo sordo, pocos se interesan en que actúen actores sordos en sus obras. Además, en el teatro no hay subtítulos, sólo en algunos del llamado ‘teatro accesible’, todas las películas españolas en estreno no están subtituladas para personas sordas, tenemos que esperar a que salgan en las plataformas televisivas o en la tele».
La infrarrepresentación es un hecho, para Díaz, que alude a que «es un despropósito y un fracaso que sean oyentes los que interpreten papeles de sordos. En ‘Coda’ (’Child of deaf adults’, o ‘hijos de padres sordos’) que sean actores sordos (en el reparto está la oscarizada en 1987 por ‘Hijos de un Dios menor’ Marlee Matlin ) es lo que le hace un favor a la película y no al revés». La actriz Ibáñez Castaño asiente: «¿Qué preferirías ver: a un blanco pintado de negro o a un actor de color, a un inglés rodando el papel de un personaje español para un filme español, como por ejemplo Federico García Lorca o a un español?».
Visibilidad
Ninguna de las estrellas sordas que ahora mismo tenemos sobre las tablas dudan de que la visibilidad y el impacto que se le da a un colectivo con una diversidad funcional concreta con un premio de estas características es poco comparable a otras cosas. El triunfo de ‘Coda’ recuerda mucho al impacto de ‘ Campeones ’ (2018) en el colectivo de la discapacidad física e intelectual en nuestro país .
Pocas cosas «normalizan» más, dice la escritora, directora y guionista sorda Alicia Sort, a este diario. Al final, según Díaz, la cinta ha hecho posible que millones de espectadores se acerquen a la realidad de una familia sorda que no es muy distinta a la de cualquier otra familia. «Las películas deben ser un espejo de la sociedad, que es muy diversa, pero normalmente se centran en el grupo de los privilegiados. Ahora empezamos a ver que muestran otros tipos de personas, y ese es un gran avance». Sort cita otro: Lauren Ridloff, una actriz sorda en el papel de una heroína de Marvel, Makkari. Se puede ser sorda y heroína, ¿no?
La ovación a la cinta premiada no fue, sin embargo, unánime en Estados Unidos. En algunos círculos y redes sociales hubo adultos sordos que se sintieron «desgarrados», reconocieron, porque ‘Coda’ contempla a las personas sordas desde una perspectiva auditiva, es una especie de «mirada que escucha», como la han llamado, que introdujo escenas que pueden gustar a los espectadores oyentes pero fracasaron con los espectadores sordos, o incluso los molestaron. Ello significa, al decir de la presidenta de los más de un millón de personas sordas que según el INE hay en España, «que al final refleja una historia desde el punto de vista de las personas que oyen, no desde el de las personas sordas, así que repite viejos clichés y visiones estereotipadas sobre nosotras», afea.
Sí obtuvo el respaldo mayoritario la decisión de que la gala de los Óscar contase con interpretación a la lengua de signos americana (ASL) y en las redes sociales se destacó que todos eran intérpretes sordos. Una vida con capacidad para la interpretación es la que ha llevado a Ángela Ibáñez hasta Francia. En el momento de la entrevista se encuentra en París y se formó en Toulouse por la falta de cursos asequibles en España. En el país vecino, admira, «se suelen hacer obras bilingües». «No queremos que se nos encasille siempre en papeles de sordos –subraya la actriz a ABC –. También podemos interpretar a diferentes personajes en lengua de signos: podemos ser Bernarda Alba, Julieta o Segismundo ». Para ella, la película sí rompe algunos moldes: «Se nos considera personas cerradas, ermitañas, incultas, dependientes de otros. En la cinta hay un padre valiente, gracioso, sincero, un hijo rebelde, astuto, ligón, y una madre dura, íntegra. Son todos sordos».
La actriz madrileña no duda de que la mejor manera de visibilizar colectivos con la gran diversidad comunicativa que tienen los sordos sea a través de las artes escénicas. «Pero hace falta más predisposición» y apoyo oficial, dice. En este caso, destaca que el Centro Dramático Nacional está incluyendo a actores con discapacidad o diversidad funcional en sus obras. Con ellos llevo ya cuatro producciones», dice.
La reciente Ley del Cine española recoge más incentivos para estas creaciones, aunque aún, según los entrevistados, falta dedicación e inversión. «Hay muchos sordos que tienen muy buenas ideas; la barrera que podemos encontrar es nuestra diferente manera de expresarla, en lengua de signos. Queda camino por recorrer», acaba Ibáñez Castaño. Kotsur cerró su emotivo discurso al recoger su galardón con un aserto: «Ahora mismo en nuestro momento». Se le aplaudió con manos alzadas, se vio el discurso en lengua de signos americana, y fue la primera vez que muchas personas como Ángela, Alicia, Concha y Carmen pudieron disfrutar en directo de una ceremonia histórica.