«Un tercio de los hogares europeos son unipersonales; es un reto para la UE»
La vicepresidenta de la Comisión Europea para Democracia y Demografía, Dubravka Šuica, trabaja con los 27 para convertir las áreas rurales en polos de atracción económicos
De entre todos los retos que se enfrenta la Unión Europea (UE), el demográfico y la despoblación ocupan lugares centrales, ya que condicionarán su desarrollo en el largo plazo. La vicepresidenta de la Comisión Europea para Democracia y Demografía, Dubravka Šuica, por ello, está obligada a trabajar transversalmente con otros comisarios, consciente de que en las personas está el futuro de la UE. El pasado lunes visitó España.
Usted se reunió con la ministra Ribera, responsable del reto demográfico en España, ¿cómo de importante es a nivel europeo este ámbito?
Lo que vale para Europa es también válido para España porque aquí hay muchas regiones que están vaciadas, al igual que en otros lugares europeos. El 80% del territorio europeo son áreas rurales, y solo un tercio de la población vive en ellas. Hay un gran potencial en el desarrollo de estas áreas para conectarlas, y no solo mediante transporte, también con una conexión digital. Esto significa tener acceso a banda ancha de internet. Solo así se podrán crear nuevos trabajos, porque ahora mucha gente trabaja remotamente; pero para eso necesitamos dotarlas de otros servicios como escuelas, guarderías, etc.
¿Cómo se pueden hacer más atractivas las zonas vaciadas?
La lección que hemos aprendido de esta pandemia es que la gente tiende a irse a los pueblos, al campo, porque allí el virus se expande menos. Necesitamos hacer las zonas rurales más atractivas, resilientes y prósperas. Queremos ayudar a los Estados miembros a conseguirlo. Hay un gran potencial en toda Europa para atraer a los ciudadanos de nuevo, crear nuevos perfiles e incluso que los nómadas digitales acudan a estas áreas a vivir y a hacer sus vidas, a crear ‘start ups’, etc. Y por supuesto, esto está muy conectado con la democracia, con que se sientan escuchados.
¿Ayudará la creación de nuevos partidos políticos en zonas despobladas a hacerlas reflotar?
Lo que nosotros ofrecemos a los ciudadanos españoles es confianza en el futuro de la UE, un gran espacio público para debatir ideas, sus preocupaciones, miedos y esperanzas, y no solo a los españoles sino a todos los europeos, que ellos puedan dialogar también con las autoridades locales, regionales, nacionales y europeas, y este es el gran proceso que está ahora en curso.
¿Es el demográfico el mayor reto al que se enfrenta la UE?
De las tres transiciones que hay en marcha, la demográfica es la que apuntala y condiciona al resto –la ecológica y la digital–. Ahora mismo no puedes impulsar ninguna política sin contar con la demografía. Si no hacemos nada, para el año 2070 la población europea solo supondrá el 4% de la mundial, y no porque la nuestra disminuya sino porque el resto de continentes crecerán. Es por eso que nosotros tenemos que ofrecer un proyecto a largo plazo a las áreas despobladas con el fin no de revertir la transición (porque tener hijos es una elección personal) sino de crear las circunstancias, incrementar el estándar de vida, etc., para que los europeos tengan la opción de tener hijos si quieren hacerlo.
¿Podremos ser competitivos si la natalidad continúa estancada?
Si solo el 4% de la población mundial será europea, ¿cómo podremos ser líderes económicos? No hay manera, así que intentamos resolver esto con las políticas de cohesión, también con la tecnología disponible, con inteligencia artificial y robots.
¿Cómo se combate la baja natalidad?
El reto demográfico y la baja natalidad es competencia de los Estados miembros, que nos han pedido ayuda, y se la damos mediante políticas de cohesión, destinadas a incrementar allí el nivel de vida. Parece que ahora no hay gente que quiera vivir en estas áreas despobladas, pero en sus orígenes, Europa estaba dividida entre las ciudades del Este y el Oeste; ahora asistimos a una mayor división, que se da entre los grandes centros urbanos y los rurales o menos poblados.
¿Son muy diferentes las familias europeas entre ellas?
No definiré lo que es una familia porque ese es un trabajo de cada Estado miembro, pero nuestra realidad es que un tercio de los hogares europeos son unipersonales –gente que vive sola y tampoco tiene hijos–. No se trata solo de gente mayor, sino también de jóvenes. Es uno de los mayores retos. Por ejemplo en Bulgaria o España viven juntas distintas generaciones pero en Francia o Finlandia no es así. Depende de cada región.
¿Cómo deberían los países enfrentarse a la pobreza infantil?
Es vergonzoso que un cuarto de los niños europeos, el 25%, estén en riesgo de sufrir pobreza infantil. Es intolerable. Por ejemplo, en Bruselas, durante esta pandemia, la única comida del día que tenían muchos niños era la que le ofrecían en el colegio, y cuando estuvieron cerrados no tenían acceso a ella. Desde la UE impulsamos el programa de Garantía infantil, que se implementará en dos años y está destinado a menores que no tienen acceso a una casa, a una educación, médico o comida.
¿Qué podemos hacer como sociedad para prevenir el abuso a niños?
El confinamiento ha potenciado la violencia contra las mujeres y contra los niños, todas han crecido. El Covid-19 «ayudó» a incrementar estos números, lo que no es bueno. En el seno de la Comisión hay muchas inicitivas y recomendaciones a los miembros para luchar contra los abusos. Ahora estamos tratando cómo mejorar el acceso de los menores a internet, porque muchos de ellos sufren violencia online.