Starbucks deberá indemnizar a un cliente al que robaron el ordenador en el local
Según los magistrados, la cafetería tendría que haber adoptado los recursos necesarios para evitar el robo y debería incorporar mecanismos eficaces
La sentencia ha sido el mejor regalo de Navidad (anticipado) de Joseau Nahum Tapia. El joven, un estudiante universitario, no recuperará el ordenador personal que le robaron en Starbucks pero podrá comprarse uno nuevo con la indemnización que recibirá de la cadena internacional de cafés más famosa del planeta.
Dos jueces argentinos, de los tres que formaban la sala, fallaron a favor del muchacho en la demanda que éste interpuso haciendo responsable al local del asalto y robó, a mano armada, de su ordenador. De acuerdo al fallo de los magistrados, Starbucks tendría que haber adoptado los recursos necesarios para evitar el robo y debería incorporar mecanismos eficaces para evitar otros desmanes como hurtos. Una de las jueces sostiene su argumentación en que lo sucedido, el 8 de febrero del 2016, no fue un hecho «fortuito» ya que «hoy en día el robo no lo es». En esa línea, según el fallo que menciona el diario digital Infobae, el fallo observa que los bares utilizan como reclamo para sus clientes la oferta de wifi gratuito, razón por la que «la clientela», «se siente segura dentro de un local cerrado» . Dicho esto, el fallo considera que los comercios, con esos atractivos, deberían garantizar una «estancia placentera y pacífica, colocando o en su caso incrementando, la vigilancia en cualquiera de las formas posibles» para evitar la repentina aparición y fuga de un ladrón.
La opinión, en disidencia, es decir, en sentido contrario de otra magistrada advierte : «el asalto llevado a cabo por una persona que entra en un local con un arma de fuego es un hecho de tercero notoriamente ajeno a la relación de consumo». Asimismo, destaca que la irrupción de un delincuente de forma «sorpresiva y violenta» no es algo que se pueda atribuir ni por la que se pueda responsabilizar a la cafetería. En cuanto a si la presencia de un guardia de seguridad habría evitado el asalto, la magistrada sugiere que en ese caso, el escenario, de estar armado el vigilante, podría haber sido peor y haberse desatado una batalla con fuego cruzado.
La sentencia se aplica única y exclusivamente para ésta demanda pero abre la puerta a una cascada de reclamaciones de clientes cuyos objetos personales son sustraídos o ellos mismos son victimas de asaltos violentos en restaurantes, bares, centros comerciales y otros locales abiertos al público.
En este caso, Joseu Nahum Tapia Araya estaba, con una compañera, preparando un examen en el Starbucks de la popular avenida Cabildo de Buenos Aires cuando entró un hombre, de unos 30 ó 35 años. Al grito de«quieto o te tiro, dejá todo ahí» le arrebató el ordenador e hizo lo propio con pertenecías de otros clientes.
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