CONGRESO ESMO

El sobrecoste de los nuevos fármacos contra el cáncer «lo marca el mercado, no su beneficio»

Oncólogos piden en ESMO que se financien los medicamentos cuando demuestren su eficacia en el paciente

Congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se celebra en Barcelona EFE

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El sobrecoste de los nuevos medicamentos que se utilizan para combatir el cáncer y otras enfermedades claves en la medicina del siglo XXI «es el que soporta el mercado no el que marca su eficacia o el beneficio que causa en el paciente en comparación con los tratamientos anteriores». Así lo cree Rodrigo Dienstmann, investigador clínico del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona. Su reflexión la comparten la mayoría de los 29.000 oncólogos que este fin de semana se han reunido en Barcelona con motivo de la celebración del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). «Por esa razón, apunta Dienstmann en declaraciones a ABC, muchos de los estudios que se realizan actualmente sobre el coste-beneficio de estos fármacos punteros salen negativos». «Eso no significa -aclara- que los nuevos medicamentos no tengan valor o no funcionen».

Algunos estudios presentados en la cita de la oncología mundial constatan que muchos nuevos medicamentos contra el cáncer agregan poco valor para los pacientes en comparación con el tratamiento estándar y rara vez vale la pena el coste adicional. Los análisis, realizados en distintos países europeos y en los Estados Unidos, buscaron si los costes mensuales de los medicamentos introducidos en los últimos 10-15 años para tumores sólidos se asociaban con mejores resultados en aspectos como la supervivencia, la calidad de vida o complicaciones del tratamiento en comparación con el tratamiento estándar.

Nuevo no es siempre mejor

«La mayoría de los nuevos medicamentos contra el cáncer tenían un bajo valor agregado, por lo que los médicos y los pacientes no deberían asumir que solo porque un medicamento sea nuevo, será mejor», afirma en declaraciones a Efe el coautor de uno de los estudios, Marc Rodwin. Los trabajos han usado la Escala ESMO de Magnitud de los Beneficios Clínicos (ESMO-MCBS), una herramienta que permite evaluar el beneficio real que aporta cada medicamento.

Por su parte, la coautora del otro estudio, Kerstin Vokinger, subraya que «los costos de los medicamentos no se asociaron con la puntuación del beneficio clínico en ninguno de los países analizados . Por ejemplo, algunos de los medicamentos más caros para el cáncer de próstata y pulmón en Suiza tenían puntuaciones ESMO-MCBS más bajas, mientras que los medicamentos más baratos tenían puntuaciones más altas ».

Pagar solo lo que funcione

Vokinger destaca la importancia de que «el precio de los medicamentos esté alineado con el valor clínico y que nuestros recursos limitados se gasten en medicamentos innovadores que ofrezcan mejores resultados». En ello coincide también el investigador del VHIO Rodrigo Dienstmann, quien avanza que la única forma de que evitar el sobrecoste de determinados medicamentos es «replantear el sistema». «Ahora lo paga todo la seguridad social y no es normal. Lo lógico sería que se pagaran solo aquellos fármacos que demuestren su eficacia en el paciente », apunta en declaraciones a este diario. Dienstmann recuerda que «el sobreprecio de algunos nuevos medicamentos hace que en algunos países sea difícil su acceso a ellos».

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