El síndrome del perro aspirador
Como si de un aspirador se tratara, buscan e ingieren los más descabellados objetos. Esta conducta es frecuente y conlleva riesgos. Gastritis, enteritis y obstrucciones son habituales en nuestros Centros Veterinarios
Labradores, Golden Retriever y Beagle son claros ejemplos en cuanto a la ingestión de elementos extraños se refiere. No obstante, cualquier raza se puede ver afectada. Es una conducta típica de los cachorros pero si nos descuidamos y no educamos a tiempo, podría prolongarse a la vida de adulto. En el domicilio aspiran calcetines, ropa interior, partes de su propia colchoneta previamente destrozada, juguetes troceados o enteros, servilletas, kleenex , cigarrillos, medicamentos y un largo etcétera. En general , puede decirse que son capaces de engullir cualquier elemento que nos podamos imaginar , ¡siempre nos sorprenden! En el exterior, el problema continúa y nuestro perro se obsesionara en el husmeo , búsqueda e ingestión de todo tipo de « injurias alimentarias ». Se comen castañas de indias, piedras, palos, césped a raudales, pelusas, tierra, gravilla y ocasionalmente ¡heces! Esta última conducta como es lógico, horripila a su propietario. Su querida mascota desprecia la comida y el pienso en el hogar como desganado y selectivo, y sin embargo se ha convertido en un coprofago. La ingestión de sus propias heces, de las de sus congéneres y las de otras especies , unido a todo tipo de basuras, completará el epígrafe de perro aspirador y, además, basurero.
«Esta conducta es bastante frecuente. Nuestro perro no es culpable. Su instinto y su comportamiento a la hora de seleccionar el alimento está fallando», comenta Javier Álvarez de la Villa . En el mundo, como animales domésticos que les ha tocado vivir, tendrán una segunda oportunidad y la medicina veterinaria les podrá rescatar . Sin embargo, en la naturaleza, estas tendencias terminarían la mayor parte de ellas , con el pago de su propia vida. Consideremos pues a nuestro cachorro como un huérfano , que en muchas ocasiones no sabe elegir entre lo más o menos peligroso lejos de su maestra natural. Piensen en sus ancestros lejanos , los lobos y cómo la madre alimenta a sus lobeznos, primero con su propia leche, y pasadas unas semanas con alimentos regurgitados, es decir, presas cazadas, masticadas e ingeridas por la loba madre y que posteriormente vomitará, o mejor dicho, regurgitara en forma de una excelente papilla proteica nutritiva para sus lobeznos.
Un poco más adelante su madre les entregará la presa entera para aprender a cortar, masticar y engullir. Finalmente les enseñará cazar y así finalizará el aprendizaje desde lobezno lactante a lobo depredador. Por el contrario, nuestros cachorros muchas veces permanecen en jaulas y ambientes empobrecidos, expuestos a la venta ; otras veces, proceden de países lejanos y han viajado trayectos interminables hasta nosotros. «En ocasiones son todavía incluso lactantes habiéndoles separado precozmente de la enseñanza materna y de la compañía de sus hermanos de camada, por lo que tendrán que ser educados por sus nuevos propietarios con el fin de conseguir hábitos alimentarios sanos y no peligrosos, asegura el veterinario del Centro Veterinario Víctor de la Serna . Los cachorros pues, privados de la experiencia temprana , necesitan un ambiente florido en experiencias enriquecedoras y con un moderado marco de normas. Los adquirimos a modo de «objeto divertido» y dando por supuesto que ya lo saben todo, nos llevaremos un chasco , ¡sin duda!.
Las consultas más frecuentes
Algunas consecuencias frecuentes con las que los propietarios acuden a los centros veterinarios son:
Vómitos y diarreas recidivantes: Los propietarios a menudo aparecen desconcertados. Achacan el problema al pienso y entonces cambian una y otra vez de marca o tipo de pienso. Pero el problema sigue ahí. En otras ocasiones aceptan sin mas que su mascota tiene un problema crónico e insolucionable. El número de salidas a la calle y de defecaciones es interminable y desmesurado, y también es frecuente un hambre que parece insaciable. Si los antecedentes son de perro aspirador que busca e ingiere cualquier »cosa«, esa será la causa responsable. «Los veterinarios -comenta el doctor Javier Álvarez de la Villa- tendremos, evidentemente, que curar el trastorno digestivo presente pero, si queremos que no reaparezca , habrá que corregir este molesto comportamiento ».
Es, pues, una cuestión de concienciación. Si el perro es ya adulto y no conseguimos que las heces se presenten sólidas y formadas, el trastorno digestivo se categoriza como crónico. En estos casos las mucosa digestiva puede llegar a dañarse y llegar a infiltrarse , alterándose su normal funcionalidad. Sus deposiciones serán blandas , en ocasiones mucosas e incluso sanguinolentas, pero además nuestra querida mascota puede aparecer delgada, con mal pelaje y aspecto enfermizo. Nuevamente les advertimos que hasta que no se corrija el comportamiento ingestivo no conseguiremos resultados consistentes. Un tercer grupo de propietarios acuden a los Centros Veterinarios con su mascota afligida, quejosa y vomitando . Desgraciadamente una imagen radiográfica delata frecuentemente cuerpos extraños variados. En ocasiones si no son demasiado grandes, podrían pasar o avanzar con un tratamiento conservador, pero en otras se pueden producir obstrucciones y convertirse en una urgencia quirúrgica. Existe un número elevado de reglas educacionales para evitar esto, créanme. Veterinarios y educadores colaboraran gustosos para tratar de subsanar estos problemas.
Por último, vamos a hablar un poco de los estados carenciales. Es ya clásica la afirmación que su perro se « come sus cacas » y también la pared por deficiencias nutricionales. Frecuentemente , su propietario le administra a su mascota todo tipo de suplementos nutricionales, minerales y vitaminas. Al final se puede llegar incluso a patologías por hipervitaminosis o mineralización exagerada y, sin embargo, el problema continuará. «Es preciso aceptar el hecho que en la mayoría de ocasiones se trata simplemente de un comportamiento ingestivo viciado que debemos corregir. Así de fácil», nos asegura nuestro veterinario consultado.
También es necesario reconocer que en ocasiones, este comportamiento digestivo indiscriminado denominado PICA, puede ser secundario a alteraciones orgánicas más o menos graves como Insuficiencia Pancreática exocrina (IPE), enteropatías inflamatorias crónicas, obstrucciones, parasitosis, alimentación inadecuada en calidad y cantidad… Su veterinario podrá realizar un diagnóstico y tratamiento adecuados en estos casos. Nuestros perros necesitan de nuestra ayuda. No consiste en mimarlos y darles todo a toda costa . Un gesto mayor aún de cariño y responsabilidad consiste en educarles adecuadamente en un marco doméstico que les ha tocado vivir. Así serán nuestros más fieles , libres y equilibrados compañeros y podremos evitar temas como los expuestos anteriormente. No es tan difícil, tan sólo paciencia, determinación y observación está en nuestras manos.
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