«Ha sido un auténtico milagro. Me ha cambiado la vida»

Trini Barrera, de 35 años y peluquera de profesión, llevaba más de dos décadas conviviendo con la enfermedad y había probado todo tipo de tratamientos sin ningún efecto

Trini Barrera muestra las cenizas que la han liberado de la psoriosis INÉS BAUCELLS

ESTHER ARMORA

Era junio, paseaba por la playa de Barcelona en plena canícula con las piernas en carne viva por un brote de psoriasis, cuando una desconocida se le acercó y le dijo: «Tranquila guapa, llama a este teléfono y te cambiará la vida».

Trini Barrera, de 35 años y peluquera de profesión, llevaba más de dos décadas conviviendo con la enfermedad y había probado todo tipo de tratamientos sin ningún efecto . El último de ellos, que se administró durante seis meses, fue metrotexato, un potente citotóxico que le produjo, según explica, «hasta tics en los ojos».

Por eso mismo, esta barcelonesa no dudó en llamar al misterioso teléfono en busca de ayuda. Le contestó una voz femenina y le dijo. «Cafés Pont, dígame». Su respuesta fue: «Perdone, me he equivocado». Revisó el teléfono y volvió a marcarlo. La respuesta fue la misma. Fue entonces cuando se atrevió a preguntar. «Perdone, es que me han dado este teléfono. Tengo psoriasis y...». La mujer que le atendía no le dejó acabar. «Le paso al señor Pont», le dijo.

Efecto «milagroso»

Trini le explicó su situación al empresario Feliu Pont, que ha patentado el uso de las cenizas del café como tratamiento contra la psoriasis . Pont le citó en su despacho de Sabadell y fue esa misma semana Le trajo una foto de sus brazos y piernas y él le dio un recipiente con cenizas de café para que se las aplicara diariamente en sus manchas.

Según explica esta barcelonesa, el efecto fue milagroso. «Me las puse sobre las heridas. Lo combiné con una crema hidrantante básica que me recomendó con ph 5,5, el mismo que tiene la piel, y sin sal», explica Trini. «Al principo las manchas se secaron mucho y al cabo de unas semanas desaparecieron. Solo queda la típica mancha de los que hemos tenido la enfermedad», dice Trini.

«Ha sido un auténtico milagro. Me ha cambiado la vida », afirma a ABC. Por primera vez en muchos años podía enseñar sus piernas sin reparos. «En verano siempre llevaba pantalones y manga larga. Ha sido una liberación », declara Trini, que también se trata con homeopatía.

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