Sevilla, Valencia o Palma de Mallorca: los otros supermercados de la droga en España
En España, aunque el consumo de la heroína ha dado el salto a la clase media, esta sigue moviéndose de forma «suburbial»
![Sevilla, Valencia o Palma de Mallorca: los otros supermercados de la droga en España](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2017/12/18/IMG-20170702-WA0001-kvfF--1240x698@abc.jpg)
Noticias relacionadas
1
![Pintadas contra la droga en Valencia](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2017/12/18/pintadas-droga-U101074219962qD--510x287@abc.jpg)
Valencia: las jeringuillas vuelven a los parques
Alberto Caparrós/Valencia
Ha cambiado el perfil del traficante de heroína, más empresarial, que busca oportunidad de negocio con la droga. Pero también ha cambiado el tipo de consumidor, que ha dado el salto a la clase media. Sin embargo, en España la droga sigue moviéndose de forma «suburbial» , como en Barcelona, Valencia, Sevilla o Palma de Mallorca.
La Policía ha detectado un repunte del consumo de heroína en Valencia que se concentra en Velluters y el Marítim, dos de los barrios más degradados de la ciudad. En los últimos meses se ha producido un repunte de las operaciones contra el tráfico de esta droga en la capital del Turia, aunque fuentes policiales consultadas por ABC recalcan que las cifras todavía están lejos de las etapas de mayor consumo de heroína.
Con todo, tanto la Policía como las asociaciones de vecinos coinciden en que el aumento de la venta de heroína ya constituye a día de hoy el principal fenómeno delictivo y social en el centro de la ciudad. De hecho, en el barrio de Velluters, a diferencia del Marítim, el consumo se produce en la calle, con lo que la estampa que parecía olvidada de las jeringuillas en los parques infantiles se ha vuelto a reproducir.
Otro de los focos de venta y consumo de heroína en la ciudad se ha detectado en la zona cercana a la playa . El pasado domingo, una operación policial se saldó con la detención de cuatro personas. Lo que era un punto habitual de venta de cocaína (se aprehendieron 90 gramos de esta sustancia) se ha ampliado a la heroína (en este caso los agentes se incautaron de 47 gramos). Los consumidores de esta droga aprovechan el gran número de viviendas desocupadas en la zona (especialmente plantas bajas en riesgo de ruina) para aprovecharlas a modo de «narcosalas», de acuerdo con fuentes policiales.
(Pinche en «siguiente»: Sevilla, el resurgir de la heroína)
2
![Redada en las Tres Mil Viviendas](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2017/12/18/tres-mil-U101074219962qD--510x287@abc.jpg)
Sevilla, el resurgir de la heroína
Silvia Tubio/ Sevilla
El aumento del consumo de la heroína en Sevilla es una realidad constatable a través del incremento de los usuarios que acuden a los centros de la red provincial de drogodependencias que gestiona la Diputación para desengancharse. Esta sustancia se ha convertido en la mercancía que más circula por los llamados supermercados de la droga, barriadas marginales donde los traficantes se han hecho fuerte expulsando a los vecinos y ocupando las casas que son abandonadas. Hasta estos puntos negros acuden camellos y toxicómanos para proveerse de una droga que está muy ligada a un cliente que se encuentra en un estadio muy avanzado de adicción y de escaso poder adquisitivo.
Los cuerpos policiales y coordinadoras antidroga como Nexos, que opera principalmente en la provincia de Cádiz, comenzaron a detectar en Andalucía el resurgir de una droga que causó estragos en los años 80 a raíz del estallido de la crisis de 2007 . La heroína y, sobre todo, los sucedáneos derivados de mezclas con otras sustancias muy adulteradas como la cocaína, el llamado rebujito, se convirtió en la salida barata para aquellos consumidores que no podían acceder a otras drogas más caras como la cocaína.
En la ciudad de Sevilla hay dos ejemplos archiconocidos de supermercados de la heroína como son Los Pajaritos y las Tres Mil Viviendas , donde operan clanes especializados en esta sustancia y sus sucedáneos. Aquellos vecinos que siguen resistiendo a la presión que ejercen los traficantes y a los problemas que generan en la convivencia, denuncian la impunidad con la que operan estos grupos. Las operaciones policiales se suceden una tras otra, pero no consiguen erradicar el problema; en buena parte por la reincidencia de los traficantes.
Clanes muy violentos
Además de la capital, en la provincia de Sevilla hay una localidad que destaca por tratarse de un punto neurálgico en el comercio al por menor de la heroína. Se trata de Dos Hermanas , una población superior en tamaño a muchas capitales de provincias españolas (132.000 habitantes). Allí tiene su base de operaciones José S. H., alias Pepín, el rey de la heroína. Un jerezado de 67 años afincado hace más de dos décadas en esta localidad sevillana y que fuentes policiales lo describen como «uno de los grandes distribuidores a nivel andaluz y con ramificaciones por toda España». El año pasado fue apresado, una vez más, por la Udyco por enviar heroína a través de su red de transportistas a uno de los grandes supermercados de la heroína: la Cañada Real de Madrid. Recientemente ha vuelto a quedar en libertad a la espera de juicio.
El Pepín es además responsable del mayor alijo de heroína que se ha intervenido en Sevilla hasta la fecha: 60 kilos que fueron requisados en el año 2006.
También de Dos Hermanas es el clan responsable del asesinato de Sandra Capitán, su hija Lucía de seis años y un traficante internacional turco, que había llegado a ser mano derecha de uno de los grandes capos del negocio: Urfi Cetinkaya, alias «el Paralítico». Un triple crimen ocurrido el pasado mes de septiembre y que sigue conmocionando.
El fallecido Mehmet Demir, se había casado recientemente con la joven sevillana, que estaba embarazada cuando le dieron muerte, para regularizar su situación en España. Demir se dedicaba a surtir de mercancía a los grupos que operan en Sevilla, entre ellos el del Pollino. Su cabecilla confesó tras la detención haber matado a la pareja y a la pequeña por una deuda de 30.000 euros. Los cuerpos fueron encontrados dentro de un poco cubiertos con sosa cáustica y evidencia el nivel de violencia que mueve esta sustancia.
(Pinche en «siguiente»: Son Banya, el principio del fin)
3
![Redada en Son Banya](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2017/12/18/redada-SonBanya-U101074219962qD--510x287@abc.jpg)
Son Banya, el principio del fin
Josep Maria Aguiló / Palma de Mallorca.
Desde hace décadas, el poblado palmesano d e Son Banya es uno de los principales focos de tráfico y venta de estupefacientes —tanto heroína como cocaína— en la capital balear. Ese sería el verdadero problema cuando se habla del consumo de drogas en la ciudad, más que la posible existencia de algún «narcopiso» más o menos aislado.
Las sucesivas operaciones policiales de gran alcance realizadas en Son Banya en los últimos años han conseguido resultados innegables, pero sólo parciales. Los diversos clanes que actúan en la zona, de etnia gitana, no han podido ser desmantelados nunca del todo.
En paralelo a la actuación policial, el Ayuntamiento de Palma prevé desmantelar el poblado a lo largo de los próximos tres años . Ese es el objetivo del actual equipo de gobierno, que preside el ecosoberanista Antoni Noguera con el apoyo del PSOE, MÉS y Podemos. Según las últimas estimaciones municipales, en estos momentos viven en Son Banya 117 familias, con una población total de entre 450 y 600 personas, siendo 193 de ellas menores.
Para facilitar el cierre del poblado, el equipo de gobierno prevé ofrecer ayudas para vivienda de hasta 1.000 euros mensuales para las familias sin recursos, por un periodo máximo de cinco años. A cambio, dichas familias deberán garantizar que no poseen ninguna otra casa, así como seguir programas de reinserción social y aceptar la escolarización obligatoria de sus hijos.
En abril del próximo año serán desalojadas las primeras 45 familias de Son Banya. De ellas, hay por ahora 15 que podrán beneficiarse de los citados 1.000 euros al mes. La reubicación de las distintas familias se llevará a cabo en varias barriadas de Palma, quedando excluidas las consideradas hoy como más vulnerables, como por ejemplo Son Gotleu o La Soledad.