Día mundial de la concienciación contra el ruido

Seis de cada diez españoles pasamos más de dos horas al día expuestos a niveles de ruido perjudiciales para la salud

Cerca de 9 millones de personas en España conviven cada día con niveles de decibelios superiores a los 65, que es el nivel máximo recomendado por la OMS

Supone el incremento de problemas cardiovasculares, de concentración e incluso pérdida auditiva

Cartel sobre el Día Mundial de la Concienciación contra el Ruido GAES

ABC

El secador, el tráfico y las obras de la calle son algunos de los sonidos más odiados por los españoles , según un estudio elaborado por GAES Centros Auditivos. A menudo, tal y como afirman los expertos, el ruido se convierte en nuestro compañero inseparable a lo largo del día. De hecho, el mismo informe alerta de que en España 6 de cada 10 personas están expuestas a lo largo del día a 65 dB, el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una sobreexposición que, tal y como se recoge en el Estudio sobre el nivel de ruido y el medio ambiente en España , puede llegar a derivar en dolencias y patologías para nuestra salud que van más allá de los efectos auditivos adversos propios de la exposición sonora. Los trastornos psicológicos, la ansiedad, el estrés, la depresión , las alteraciones del sueño e incluso ciertas enfermedades cardiacas, como angina de pecho o infarto de miocardio, son algunos ejemplos.

Por este motivo, en el Día Mundial de la Concienciación contra el Ruido, GAES lleva a cabo una campaña de sensibilización que, bajo el nombre Silencia el ruido, alerta sobre las graves consecuencias que un nivel de ruido excesivo puede tener en nuestra salud.

Cada vez afecta a más gente joven

La sobreexposición al ruido está provocando, según varios expertos, que la pérdida auditiva asociada al envejecimiento (presbiacusia) aparezca a edades más tempranas. Actualmente, entre el 40 y 50% de los españoles empiezan a experimentar pérdida auditiva debido al envejecimiento alrededor de los 65 años, pero en poco tiempo serán las personas de 40-50 años las que presenten signos de presbiacusia. Si no se adoptan medidas, el ruido puede hacer que el oído envejezca antes de tiempo y según el Estudio sobre el nivel de ruido y el medio ambiente en España, un 91% de los españoles afirma que falta conciencia en evitar ruidos y considera que se trata de un problema relacionado con la contaminación ambiental.

Un invitado sorpresa en nuestra casa

El problema del exceso de ruido, no sólo afecta al exterior; dentro de los hogares españoles también hay un exceso de ruido que no siempre viene de la calle, según los expertos. Así, el estudio elaborado por GAES Centros Auditivos revela que la mitad de los españoles señala al ruido como principal condicionante de su descanso nocturno, a pesar de que tan solo un 7% utiliza tapones para dormir.

Los gritos y voces en la calle (27%), los ronquidos de la pareja (19%) y la televisión del vecino (15%) son los ruidos que más molestan cuando nos vamos a dormir. Aunque son las obras (60%), las fiestas del vecino (29%) y el tráfico (28%) los que provocan un disgusto más generalizado en cualquier momento del día.

Pero no todo son ruidos externos; el oído también está expuesto a situaciones molestas con el uso de objetos cotidianos del hogar. El aspirador, que puede alcanzar los 78 dB, el secador de pelo, que llega hasta los 70dB, o la campana extractora, que supera los 60 dB, son algunos ejemplos.

Transeúnte inoportuno

España es un país ruidoso. Concretamente el segundo más ruidoso del planeta por detrás de Japón, según informó la OMS en 2014. Y una gran mayoría de españoles parecen estar de acuerdo con este dato puesto que un 72% considera que la población en la que reside es ruidosa. En este sentido, el 91% de los españoles que creen que falta conciencia para evitar ruidos y considera que es un problema de contaminación ambiental.

Las ciudades españolas son ruidosas principalmente a consecuencia del tráfico, que también es uno de los ruidos más odiados (48%), solo superado por las obras en la calle (72% ).

Pero hay otros ruidos, propios de las ciudades, que acaparan la mayoría de quejas de los ciudadanos. Lideran este listado los bares, pubs y discotecas, seguidos de los aeropuertos y el murmullo de las calles transitadas.

Enemigo íntimo en nuestro ocio

La OMS recomienda no superar niveles máximos a los 65 dB para no provocar posibles lesiones auditivas pero, en muchas ocasiones, cuando realizamos actividades de ocio, sobrepasamos estos niveles. Al asistir a un concierto de rock, por ejemplo, podemos soportar niveles que superan los 110 dB; al escuchar música con auriculares alcanzamos los 90 dB y en un bar con un ambiente animado el ruido llegará, muy probablemente, a los 80 dB con facilidad.

En lo que se refiere a los «smartphones» , éstos han popularizado el uso de auriculares de botón entre la población. Un 57% de los españoles dice utilizarlos y la media de uso asciende a los 85 minutos diarios. El lugar donde los españoles utilizan más los auriculares es en la calle (55%), seguido del transporte público (39%) y al practicar deporte (31%).

Aunque el 65% de la población cree que debería limitarse el volumen de los mp3 y móviles , hay más de un 35% de españoles que confiesa escuchar música con auriculares a un volumen alto o muy alto.

Compañero no deseado en el trabajo

Tampoco en el trabajo estamos libres de ruidos. De hecho, un 23% de los trabajadores considera que su entorno laboral es ruidoso y casi un 80% afirma que está expuesto a más de dos horas de ruido en su jornada.

Entre los sonidos que más molestan en la oficina encontramos los comentarios de los compañeros (32%), el teléfono (15%) y el ruido de la calle (12%). Todos ellos afectan a la concentración en el trabajo a un 41% de españoles, aunque solo un 13% de la población dice usar protectores auditivos durante su jornada laboral.

Existen además profesiones que entrañan un riesgo auditivo mayor. Entre las principales se encuentran el personal de control de tierra en aeropuertos –que soportan ruidos que pueden alcanzar los 140 dB al despegar y aterrizar los aviones -, los pilotos de Fórmula 1 –puesto que un bólido de competición supera los 135 dB-, los mineros –que utilizan maquinaria como taladros y perforadoras que llegan a los 130 dB-, los obreros de la construcción –que usan martillos neumáticos capaces de alcanzar los 130 dB-, los carpinteros –cuyas sierras y taladros pueden generar un ruido hasta los 120 dB- y los músicos, Djs y camareros de discotecas – que experimentan niveles sonoros que sobrepasan los 115 dB-.

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